Baltasar Garzón:"La Educación para la Ciudadanía debería ser más básica que la enseñanza religiosa".
Vamos a ver, señor Garzón: si los contenidos de la famosa asignatura hiciesen honor a lo que su nombre promete sería maravilloso, pero para que eso ocurriese me temo que tendríamos que llamar a Cicerón, y creo que no está disponible en estos momentos.
Los que fuimos bachilleres en tiempos del dictador (recuerde D. Baltasar, es usted del 55) teníamos una asignatura que se llamaba Formación del Espíritu Nacional. Lo que trataban de imbuirnos con semejante bodrio era un poco lo mismo que ahora, aunque de signo opuesto (o no tan opuesto, si lo miramos bien), sólo que nosotros no le hacíamos el menor caso; así salimos de contestatarios.
¿Quiere esto decir que me quedo con la educación religiosa? Yo no me quedo con nada, señor mío, las dos cosas sirven para lo mismo tal como se imparten: tratar de inculcar basura ideológica a los chavales.
3 comentarios:
A mí me parece que va a ser más la típica asignatura al estilo de la "ética" que hay ahora, muy grandilocuente y en la que se acaba por no decir nada, pero más condenable que la asignatura me parece el miedo que le han cogido los sectores que tienen miedo de que les quite el monopolio sobre el "adoctrinamiento". Por otra parte, si se abre la vía de la objeción de conciencia me sé yo de alguien que habría corrido a objetar contra la Educación Física, y seguro que unos cuantos se negaban a ser adoctrinados en matemáticas, por ejemplo. Mi opinión: con la "cosa" esa mejor que con Religión, y sin ninguna mucho mejor. Con las dos a la vez, como va a ser ahora... una hora al día tirada al agua.
Sí, eso también es verdad, el miedo de ciertos sectores a que les quiten el monopolio del adoctrinamiento.
Me da la impresión de que (Aunque tengas razón) estas un poco solo en tus pensamientos, a mi me pasa a veces, estar en contra de unos y otros a la vez te deja sin amigos, mira, yo no sé porque no he visto la asignatura si se debe o no enseñar en la escuela que no debemos ser racistas, por ejemplo, quiza eso corresponda más a los padres que a la escuela, pero en un pais con tres generaciones educadas en el fanatismo, es dificil encontrar familias donde no se oigan expresiones de corte ultra, y algo se debe de hacer para potenciar la convivencia, digo yo.
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