Chuck Berry - The Legend

miércoles, 23 de febrero de 2011

POR QUÉ HOY TAMPOCO HABRÍA TRIUNFADO EL 23-F

El teniente coronel Tejero toma el Congreso el 23 de febrero de 1981Primero, porque nuestra democracia está ya razonablemente asentada. Tan razonablemente asentada que empieza a tener todos los síntomas de una democracia decadente: corrupción política, chalaneo entre los tres poderes, incluso entre los cuatro (ay, la Prensa...), etc.
Segundo, porque sabiamente a los estamentos militares se les ha desviado de toda influencia directa sobre la sociedad civil y hoy el ejército no es más que una especie de ONG armada. Mejor así.

Pero hay otras cosas:
En 1981 no había teléfonos móviles, ni ordenadores, ni internet, ni pantallas gigantes de televisión, ni cámaras en el hemiciclo, donde por cierto se podía fumar. Nadie tenía teléfono en el escaño, ni siquiera el presidente del Gobierno; el único que disponía de uno era el presidente de la Cámara, Landelino Lavilla.
Las noticias que venían de fuera durante el secuestro de la nación, sólo pudieron seguirse por los pequeños transistores de Fernando Abril Martorell y algún otro diputado. La tecnología para el cómputo de las votaciones era bastante arcaica, un sólo marcador contabilizaba el número de presentes en la Cámara, los síes, los noes y las abstenciones. Había ceniceros en la sala (¡había ceniceros en la sala!).
Las cámaras de televisión que permitieron captar las escenas del intento de golpe de Estado que dieron la vuelta al mundo para nuestra vergüenza, estaban distribuídas en tres puntos del hemiciclo. La señal llegaba por cable a una unidad móvil aparcada en el exterior del edificio de Las Cortes:
-"¡No intentes tocar la cámara que te mato! -amenazaba un guardia civil al camarógrafo de televisión- ¡Desenchufa eso, desenchúfalo! Eso está enchufado todavía. ¡Que no quiero ver imagen!"- "Que es del camión, que yo no soy".Ya conocen las nuevas tecnologías, a las que el Congreso no es ajeno. Hoy los golpistas ni siquiera hubieran podido entrar.
P.D.: en este blog puede usted fumar lo que le dé la gana, como en Las Cortes en otros tiempos.

domingo, 13 de febrero de 2011

NUEVO SISTEMA OPERATIVO... DE LA EDAD MEDIA

A poco que nos esforcemos llegaremos a esto.


O a esto otro

martes, 1 de febrero de 2011

BANDAS SONORAS

John Barry
Cuántas veces una buena banda sonora ha salvado una película mediocre. No es el caso que nos ocupa, pero ¿alguien se imagina La jauría humana, Nacida libre, Cowboy de medianoche, Cotton Club, Memorias de África o Bailando con lobos sin la música de John Barry? Yo no.

El británico John Barry (Yorkshire, 1933) comenzó en la música recibiendo clases del compositor de jazz Bill Russo. A partir de ahí crea su propio grupo, The John Barry Seven, y comienza a trabajar como arreglista de bandas musicales. Se introduce en el mundo del cine un poco por casualidad, pero a partir de su primera película no paró.
Es bien conocido por ser el autor de la banda sonora de al menos una docena de películas de la serie de James Bond, agente 007 y de su música insignia, pero yo me quedo con su trabajo en Midnight Cowboy (John Schlesinger, 1969) y en Cotton Club (Francis Ford Coppola, 1984).
Siete veces nominado para el Oscar. Cinco estatuillas. En 1998 fue incluído en el Songwriters Hall of Fame.

Murió el 30 de enero de 2011, de un ataque al corazón. Descanse.



Fotograma de 'Midnight Cowboy', con Jon Voight y Dustin HoffmanCartel de 'Cotton Club'