Chuck Berry - The Legend

martes, 18 de diciembre de 2012

TANTOS TONTOS TÓPICOS (Fragmentos)

      [...] Nuestros tópicos delatan las creencias dominantes en nuestra sociedad, los grandes y más o menos inconscientes prejuicios colectivos. En una sociedad, y cultura, y partidos y medios de comunicación... "de masas", lo que ellos transmiten es lo que gusta a la masa; no por cierto lo más precioso, sino eso que es capaz de aprobar el más torpe de la muchedumbre. Y como lo que más agrada a la masa es encontrarse con la masa misma, y lo que más aborrece es el individuo en verdad distinto, acudir a los lugares comunes representa un modo seguro de congraciarnos con la mayoría. O sea, con lo que está mandado. No hay por qué dar cuenta de ningún juicio de valor, sólo faltaba, en cuanto uno pueda replicar que sus palabras han sido un simple comentario. No habrá aclarado nada, pero lo aceptarán todos. [...]

Déjate de filosofías
      [...] Oigamos primero ese dicho de que cada cual tiene su filosofía. Tomado al pie de la letra, habría que rechazarlo, si es que la filosofía representa algo más que el conjunto de prejuicios acríticos de cada uno o se sitúa por encima del burdo relativismo que aquella sentencia parece alentar. Más que una filosofía, lo probable es que cada cual tenga sus propias creencias o supersticiones que no se aviene a poner a prueba. Pero demos un paso más y vengamos a otro empleo no menos frecuente. Cuando el entrenador de fútbol declara cuál es la "filosofía" de su equipo o el director comercial expone la "filosofía" de su plan de ventas de la temporada, uno y otro se están apoderando de un término que no pertenece, ni de lejos, al mundo de sus respectivos quehaceres ni se adecua a lo que pretenden decir con él. Ese término les viene muy grande, desde luego, pero con él se revisten de la apariencia de profundidad que buscan. [...]

Sé tú mismo
      [...] Sé tú mismo (o tengo que ser yo mismo) se enseña como una irreprochable máxima de conducta. En realidad -lo quiera o no, le guste o disguste-, cada cual siempre es él mismo en todas sus situaciones, de suerte que semejante imperativo parece estar de más. Pero admitamos que con ello quiere postularse una acendrada voluntad de consistencia en las decisiones del propio sujeto, de firmeza  frente a cualquier debilidad moral.. Nada parece más loable entonces que aquella consigna. La sospecha asoma cuando deja entrever en ocasiones la altiva autosuficiencia de la que suele emanar y el limitado alcance de la plenitud que ambiciona.
      Sin ir más lejos, porque a menudo se invoca en abierta disculpa de la propia torpeza moral, como si ésta fuera un fruto forzoso de la fatalidad. Uno es como es, qué le vamos a hacer; cada cual es cada cual, y yo sé lo que me hago. En tan solemnes tautologías se encierra la trampa de que el sujeto, so capa de obligada fidelidad a sí mismo, encubra una indolencia o cobardía culpables ante la permanente tarea de su humanización. Y digo "culpables" para no señalar a quien ha equivocado su conducta, sino al que la blinda contra todo cuestionamiento y se obstina en mantenerla tan sólo porque es la suya. Al final, en lugar de aceptar las diferencias entre los sujetos valiosos, se instaura la diferencia como el máximo valor. Lo que importa no es ser mejor, sino simplemente uno mismo; lo que queda es la pura indiferencia hacia los valores. Es la arrogante clausura de este yo ensimismado lo que llama la atención. "Los demás forman al hombre", sentenció Montaigne, pero aquel fiel a sí mismo está en el mundo como quien nada tuviera que aprender de los otros y todo lo necesario para su perfección lo llevara consigo. [...]

Es una persona muy normal
      Es una persona, ¿cómo te diría yo?..., de lo más normal. Y nos quedamos tan satisfechos, como si en tal adjetivo hubiéramos resumido lo mejor que cabría decir de quien hablamos. El interlocutor asiente complacido: acaba de comprender que el tipo en cuestión viene  a ser, poco más o menos, como él. Además de asegurar nuestra complicidad, tan vagarosa descipción del otro nos ahorra entrar en mayores detalles. Otro tanto ocurre cuando, siendo uno mismo el interrogado, cada cual se tiene por una persona normal. Como el resto de los lugares comunes, también éste es hijo de la pereza mental ("opinión pública, perezas privadas", nos martilleó Nietzsche) y no menos de un cierto afán de seguridad: a saber, el de no estar solos y ser admitidos por los demás como un igual. Pero el caso es que ese "normal" encarna un atributo paradójico, que subraya como lo más propio de uno precisamente lo que vale para casi todos. No es la única mala pasada que este vocabulario nos juega. [...]

Respeto sus ideas, pero no las comparto
      Quien no haya soltado alguna vez este tópico, que levante la mano. He aquí una sobada fórmula de urbanidad que puede dejarnos ufanos de nuestro grado de civilización, pero que nos engaña sin remedio. Con semejante cortesía pretendemos dar una muestra de tolerancia hacia las opiniones de nuestro antagonista, venimos a conceder graciosamente que no nos echaremos al cuello de quien discrepa de nuestros puntos de vista. Pero, las más de las veces, todo ello sirve para dispensarnos del esfuerzo del estudio y del debate. So pretexto de no molestar a nuestro interlocutor, nos evitamos el riesgo de vernos replicados y contradichos. [...]

      [...] No nos confundamos, pues. A quien hay que respetar es al individuo, y con demasiada frecuencia a pesar de sus ideas. Las más de las veces deberíamos advertir: "Le respeto a usted porque su dignidad de ser humano está afortunadamente por encima de sus ideas, pero que conste que las suyas son ideas de bombero". El otro merece desde luego respeto precisamente como un ser capaz de engendrar y emitir ideas, pero no por la majadería que acaba de soltar. Y el mejor modo de respetarle -de hacerle el caso debido como ser razonable- es combatiendo sus ideas cuando nos parecen erróneas. [...]

Al enemigo, ni agua
      [...] El sectarismo no es rasgo exclusivo de una ideología en particular, pero sorprende que para muchos pueda pasar por progresista tanto esa actitud como el sujeto que la mantiene. Para el sectario las cosas no pueden ser buenas si aprovechan a los que reputa malos. A la inversa, hay que consentir el mal porque su denuncia o su combate, aun cuando ciertamente puede limitar o paliar el daño, también podría favorecer directa o indirectamente al partido contrario. Y eso no. El sectario ha de preferir el daño de su enemigo particular al bien del conjunto, aun cuando esa opción apenas le favorezca a él mismo y hasta le perjudique. Aquí el tópico es tajante: Al enemigo, ni agua. [...]

Todas las opiniones son respetables
      [...] La falsa tolerancia se muestra como en ningún otro en ese manido tópico cargado de excelente conciencia y aceptado como signo de amistoso talante: a saber, que todas las opiniones son respetables. Seguramente no hay lugar común que mejor condense el antiintelectualismo, el relativismo y, en resumidas cuentas, el nihilismo contemporáneo. Ni expediente más útil para quedar inermes frente a la sinrazón de los ignorantes o el fanatismo de los totalitarios. [...]
      [...] Tal vez quiera decirse sólo que lo que hay que respetar es simplemente la expresión de esas opiniones o, mejor, el derecho a hacerlas públicas. Pero lo habitual es saltar de un brinco desde el derecho cierto a la libertad de opinión y a expresarla... al dudoso valor de esa opinión y al derecho nada obvio de que se respete lo expresado. Se hacen, pues, necesarias varias precisiones. La primera es que el derecho incuestionable a decir no arrastra la presunción de que lo dicho vaya a misa. La segunda es que la libertad de expresión tiene como frontera irrebasable la salvaguarda de las demás libertades ciudadanas. La tercera, que este derecho legal a emitir opiniones -cuando tratan de la cosa pública- entraña al menos el deber moral correlativo de exponerlas a la pública discusión. En suma, lo contrario del propósito apenas disimulado en ese "todo vale", que busca más bien igualar de un plumazo el muy desigual valor de las opiniones en liza y eludir así su contraste. [...]
      [...] Al margen de una notoria negligencia, semejante lenguaje trasluce un menosprecio apenas disimulado hacia las opiniones en general. Si se proclama que todas valen por igual, tanto las unas como sus opuestas, entonces se viene a sentar la tesis de que ninguna vale en realidad nada. Hannah Arendt ya supo ver que, "con el pretexto de que todo el mundo tiene derecho a tener su propia opinión", el ciudadano medio cree que "el relativismo nihilista es la esencia de la democracia".
De Tantos tontos tópicos, 2012

sábado, 8 de diciembre de 2012

UN RECUERDO PARA OSCAR NIEMEYER, QUE NO LLEGÓ A CUMPLIR LOS 105



Pero casi.
Oscar Niemeyer era un viejo conocido de este blog. Ha fallecido estos días, después de haberse dedicado a embellecer el mundo durante décadas. Descanse.
…Quando a minha música sai boa, penso que parece Tom Jobim. Música do Tom na minha cabeça é casa do Oscar.
Chico Buarque de Hollanda

lunes, 26 de noviembre de 2012

EL HOMBRE QUE NACIÓ EN EL MUSEO DEL PRADO

Después de este accidente, su vida y su destino no podían ser convencionales ni vulgares, y no lo fueron. Entre sus múltiples profesiones están la de botones, boxeador, guardameta de fútbol (llegó a ser "Pichichi" de Tercera Divisón, pero terminó siendo portero porque lo otro era muy cansado, según decía), promotor, actor, guionista,  director, humorista (dueño de un humor blanco y con un toque surrealista), pionero de la televisión española, bailarín de claqué, compositor de algunas piezas tan conocidas que casi nadie sabe ya que son suyas (Cántame un pasodoble español,  Las piedras del camino, Te digo sinceramente...) y, en sus comienzos... boy en los espectáculos de Celia Gámez. Casi nada.
Se retiró del cine en 1975, aunque Santiago Segura lo rescató para su primer "Torrente" en 1998, con el que consiguió un Goya al Mejor Actor de Reparto.
Quienes tenemos ya una cierta edad, le recordaremos siempre por sus personajes en televisión: el niño Cristobalito Gazmoño, el boxeador Kid Tarao ("de la Casa de Campo al gimnasio, del gimnasio a la Casa de Campo..."), etc.
Tony Leblanc, una vida intensamente vivida, acaba de fallecer a los 90 años. Descanse.

Tony Leblanc en televisión

jueves, 22 de noviembre de 2012

PIONEROS DEL CINE/ 1 - Antecedentes y primeros pasos. Los hermanos Lumière

En la fachada del número 14 del bulevar de los Capuchinos de París hay una placa de mármol que reza lo siguiente: Aquí, el 28 de diciembre de 1895, tuvieron lugar las primeras proyecciones públicas de fotografía animada, con la ayuda del cinematógrafo, aparato inventado por los hermanos Lumière.
Efectivamente, en el Salón Indio del Gran Café, ese día, 35 privilegiados espectadores pudieron ver, por un franco cada uno, diez pequeñas cintas de 16 metros filmadas por los hermanos Lumière: Sortie des usines Lumière à Lyon (La salida de los obreros de la fábrica Lumière), Querelle de bébés (Riña de niños), Le bassin des Tuileries (La fuente de las Tullerías),  L'arrivée d'un train (La llegada de un tren), Le régiment (El regimiento), Le maréchal-ferrant (El herrero), La partie d'écarté (La partida de naipes), Mauvaises herbes (Destrucción de las malas hierbas), Le mur (Derribo de un muro) y La mer (El mar); 35 fascinados espectadores que propagaron por la ciudad de París la noticia del "milagro". La proyección tuvo un éxito inmediato, por lo que los Lumière tuvieron que renovar enseguida sus programas. En los primeros días de enero incluyeron L'arroseur arrosé (El regador regado), primer filme cómico y unos de los más famosos entre los filmes pioneros. Para hacer frente a la demanda, hubieron de contratar operadores, tanto para la realización como para la proyección. El primero fue Félix Mesguich, a quien Antoine Lumière -padre de los inventores y administrador del negocio- dijo: Usted sabe, Mesguich, que esto que le ofrecemos no es una situación con porvenir. Es más bien un oficio de feriante. Puede durar seis meses, un año, acaso más, acaso menos.

La primera película de la historia: Salida de los obreros de la fábrica Lumière

Auguste y Louis Lumière tampoco creían que su invento pudiese revolucionar la vida del espectáculo. Para ellos, el cinematógrafo era un instrumento de laboratorio, un instrumento científico, de utilidad para los investigadores; por esta razón, se limitaban a filmar la vida cotidiana: documentales.
El éxito conseguido en París por su Cinematógrafo fue rápido y enorme, y dio pie a los hermanos Lumière a abrir otras salas, no solamente en las grandes ciudades francesas (Lyon, Burdeos), sino también en el extranjero: la primera fue en Londres, el 17 de febrero de 1896; luego vinieron Bruselas (22 de febrero del mismo año), Berlín y Nueva York, donde Mesguich, encargado de la presentación, fue llevado en hombros a los acordes de La Marsellesa.
Mesguich aprovechó su estancia en Estados Unidos para realizar varias cintas sobre la vida americana, destinadas a engrosar los programas de las salas que los Lumière abrían por todas partes; comenzaba la "caza de las imágenes", en la que participaron otros dos operadores: Albert Promio y Francis Doublier. Promio inventó el travelling en Venecia durante un paseo en góndola por el Gran Canal y tuvo dificultades con la policía de Constantinopla, que tomó su aparato por un ametralladora. En cuanto a Doublier, estuvo a punto de morir en Moscú en los tumultos que se produjeron durante las fiestas de la coronación del Zar Nicolás II.

Primeras películas de los hermanos Lumière

Los Lumière -o sus operadores- también rodaron películas en España, tales como La Semana Santa en Sevilla , o Vistas de la Puerta del Sol y Plaza del puerto de Barcelona (Promio). Suya es la primera filmación de una corrida de toros (Doublier).

Los hermanos Lumière en España, 1896

Antecedentes
El aparato patentado por Auguste y Louis Lumière el 13 de febrero de 1895 no es más que el resultado de los trabajos realizados durante largos años sobre el estudio del movimiento, su registro y su reproducción sobre una pantalla. Curiosamente, el último de estos problemas fue el que primero se encaró, gracias a la la linterna mágica, que permitía la proyección de imágenes fijas a las que ciertos trucajes daban la apariencia de movimiento.

Es posible que la invención de la linterna de proyección se remonte al Egipto de los Tolomeos, pero tal vez tengamos que remontarnos para mayor seguridad al siglo XVII, cuando el jesuita Athanasius Kircher mejora sensiblemente la linterna, o cuando el físico belga Robertson crea su fantascopio, que daba la ilusión de movimiento  por el aumento de las imágenes proyectadas gracias al desplazamiento del aparato de proyección.
En todo caso, la ilusión de movimiento se basa en un principio científico llamado persistencia de las impresiones retinianas, que fue formulado en 1829 por el físico belga Joseph Plateau, y que fija la duración de esta persistencia en una décima de segundo, lo que implica que, para que el cerebro humano tenga la impresión de un movimiento continuo, las imágenes registradas deben sucederse, como mínimo, a razón de diez por segundo. Los hermanos Lumière fijaron en 16 el número de imágenes que su aparato debía registrar en ese intervalo de tiempo, frecuencia que da la ilusión absoluta  de movimiento. Este principio es el que sirvió de base al mismo Plateau para la creación de su fenaquistiscopio, así como a todos los que trabajaron en ese terreno. El americano Horner creó un zoótropo (1833), Janssen un revólver astronómico Étienne-Jules Marey un fusil fotográfico que le permitía registrar una serie de imágenes separadas por un intervalo de una décima de segundo. El americano Eadweard Muybridge, en 1878, con doce aparatos fotográficos instalados junto a una pista de carreras, cuyos obturadores estaban accionados por otros tantos hilos tendidos de un lado a otro de ella, consiguió tomar doce imágenes diferentes de un caballo a galope que, en su carrera, rompía sucesivamente los hilos de los doce aparatos, constituyendo una verdadera "batería fotográfica". Como fondo, para resaltar los movimientos del caballo, utilizó sábanas blancas.

Por último, Thomas A. Edison, junto con el escocés W. K. Laurie Dickson y el francés Eugène Lauste, presentó en la Exposición Universal de Chicago (1893) su cinetoscopio: imágenes animadas no proyectadas sobre una pantalla, sino encerradas en una gran caja provista de un ocular sobre la que había que inclinarse para observar.
De los trabajos de todos estos investigadores y de algunos más, como los americanos Francis Jenkins y Thomas Armat, el polaco Casimir Proszynski, el inglés William Friese-Greene, los alemanes Ottman Anschütz y Max Skaladanowski, surge el Cinematógrafo de los hermanos Lumière. El mérito de estos es que fueron los primeros en registrar unas series de imágenes animadas de una duración de varios minutos y proyectarlas, mediante un sistema de arrastre de su invención, de manera que daba la ilusión de vida.

No podemos olvidar tampoco en esta lista de precursores a Émile Reynaud y su teatro óptico. Presentado en el museo Grévin, consigue, gracias a una ingeniosa combinación de una linterna mágica perfeccionada y un juego de espejos, proyectar sobre una pantalla pequeñas cintas de dibujos que dan la ilusión de movimiento. Su espectáculo conoció un gran éxito en los años 1893-94: no era el cinematógrafo, pero le faltaba poco. La aparición de este último acarreó la muerte del teatro óptico de Reynaud.

Ya hemos dicho que los hermanos Lumière no creían en el futuro de su invento como distracción de multitudes, pero hubo un hombre que sí lo hizo: se llamaba Georges Méliès, y era prestidigitador y director del pequeño teatro Robert Houdin, dedicado a la magia blanca. Desde que vio animarse las primeras imágenes proyectadas sobre la pantalla del Gran Café, lo tuvo claro...

Pero esa es otra historia, y será otro capítulo.

Continuará...


Addendum:
Lista de aparatos precursores del cinematógrafo, según Goerges Potonniée, en sus Origines du Cinématographe:

1833.    Plateau: Fantascopio o Fenakisticopio, dibujos manuales.
               Stampfer: Discos estroboscópicos, dibujos manuales.
1834.    Horner: Dedalum, dibujos manuales.
1839.    Plateau: Anortoscopio, dibujos manuales.
1851.    Duboscq: Estéreofantascopio, primera aplicación de la fotografía.
1852.    Claudet: Fenakisticopio estereoscópico, dibujos fotográficos.
               Wheaststone: Fenakisticopio estereoscópico, dibujos fotográficos.
1853.    Seguin: Vistas mecanizadas obtenidas de la fotografía.
               Uchatius: Fenakisticopio de proyección, dibujos manuales.
1857.    Duboscq: Fenakisticopio de proyección, dibujos manuales.
               Réville: Fenakisticopio de proyección, dibujos manuales.
1860.    Desvignes: Modelo parecido al zoótropo, dibujos fotográficos.
               Czugafewicz: Fenakisticopio estereoscópico, dibujos fotográficos.
1861.    Shaw: Fenakisticopio estereoscópico, dibujos fotográficos.
               Dumont: Fenakisticopio estereoscópico, dibujos fotográficos.
               Sellers: Fenakisticopio estereoscópico, dibujos fotográficos.
1864.    Ducos de Hauron: Aparato de bandas, dibujos fotográficos.
1867.    Cook y Bonelli: Fenakisticopio estereoscópico, dibujos fotográficos.
               Humbert de Molard: Fenakisticopio estereoscópico, dibujos fotográficos.
               Lincolm: Zoétropo o Zoótropo, dibujos manuales.
1868.    Linnett: Kineógrafo, dibujos manuales.
               Langlois y Augier: Kinescopio, dibujos manuales.
1869.    Brown: Proyecciones animadas, dibujos manuales.
               Clerk Maxwell: Proyecciones animadas, dibujos manuales.
1870.    Bourbouze y Heyl: proyecciones animadas, dibujos obtenidos de fotografías
1871.    Ross: Proyecciones animadas, dibujos manuales.
1874.    Jansen: Revólver fotográfico, dibujos fotográficos.
1876.    Donisthorpe: Aparato para el empleo de imágenes sobre bandas.
1877.    Reynaud: Praxinoscopio, zoótropo perfeccionado.
1878.    Muybridge: Batería de aparatos para la toma de vistas.
1880.    Reynaud: Praxinoscopio-teatro y de proyección.
1882.    Muybridge: Síntesis del movimiento en el zoótropo.
               Marey: Fusil fotográfico.
               Molteni: Cooretoscopio, dibujos animados.
1883.    Anschutz: Experiencias parecidas a las de Muybridge.
               Londe: Cronofotógrafo, con múltiples objetivos.
1885.    Anschutz: Síntesis del movimiento.
1888.    Marey: Cronofotógrafo, con banda o película.
               Potter: Linterna mágica, con banda o película.
               Leprince: Aparato con película y múltiples objetivos.
1889.    Friese-Greene y Evans: Toma de vistas estereoscópicas y proyecciones.
               Muybridge: Zoopraxinoscopio.
1890.    Barley: Cronofotógrafo.
               Donisthorpe y Croft: Proyecciones de imágenes sobre filmes.
               General Severt: Estudio de la velocidad de los proyectiles por la cronofotografía.
1891.    Anschutz: Electrotakiskopio.
               Edison: Cinetógrafo.
               Démény: Fonoscopio.
1892.    Londe: Cronofotógrafo eléctrico.
               Bouly: Patente de un aparato llamado cinematógrafo.
               Reynaud: Teatro óptico.
1893.    Marey: Aparato para proyectar fotografías animadas.
               Edison: Cinetoscopio.
               Démény: Aparato para proyectar fotografías animadas.
               Friese -Greene: Aparato para proyectar fotografías animadas.
1894.    Jenkins: Fantascopio para proyectar fotografías animadas.    
               Gosart: Cronofotógrafo.
               Skladanowski: Proyecciones animadas.
1895.    Hermanos Lumière: Cinematógrafo.   

martes, 23 de octubre de 2012

RECORDANDO A UMBRAL



[...] Hace ciento treinta años, la aventura romántica había que vivirla a expensas de papá. Esto le añadía desesperación y le quitaba autenticidad a los inauténticos y desesperados jóvenes del ochocientos. El Romanticismo, entre nosotros, es un movimiento sufragado con el dinero de los neoclásicos. La generación de los padres, clasicista o neoclasicista, ha de subvenir a las locuras de los hijos. Y, por otra parte, patrocina con su asistencia el teatro romántico de tan vasta influencia en aquella juventud. Este inopinado mecenazgo de una clase con respecto de la clase contraria, de una generación con respecto de la generación siguiente, casi siempre adversa, es una ley histórica imposible de eludir por lo inadvertida. Toda rebelión naciente, sea literaria, política o puramente vital, ha de alimentarse a expensas de lo que va a derrocar. Los dispendios del erario público son al revolucionario lo que la propina de los domingos al hijo balarrasa. Algo que hay que aprovechar al máximo contra el propio donante.
...
Fragmento de Larra. Anatomía de un dandy, primer libro de Francisco Umbral (1965)

Teoría del miedo
El miedo mueve la Historia y ahora estamos viviendo una etapa de grandes miedos. Contra el miedo se han inventado pocas cosas, entre ellas la democracia. Pero después de la democracia del miedo viene el miedo a la democracia. Los griegos se lo montaron bien democratizando a sus dioses, porque el miedo viene del cielo. A los dioses, así en plural, se les disminuye un poco. Cada dios se hace soluble en sus alegorías, como se hace palpable en sus murales y estatuas. Pero el dios cristiano, bíblico, es un dios único que ha tenido sus continuadores aquí en la Tierra. Julio César, Napoleón, Calvino, Hitler, Franco, fueron los dueños del miedo, unipersonales, pero ahora el miedo vuelve a estar muy repartido, y no por astucia del hombre sino por derrumbamiento de todos los muros de Berlín y todas las torres de Manhattan. Hemos llegado a la Luna y ahora escribo con luna llena y cobriza, todo en paz, pero la Luna sigue siendo la farola del miedo aquí en la Tierra y en mi huerto. Nuestros enemigos orientales trabajan con el miedo, que es su bomba atómica, y han conseguido que las elecciones norteamericanas se hagan, no para cambiar de presidente sino para cambiar de miedo, de terror, de temor y temblor ante lo desconocido, como es un piloto árabe en un avión fanático que arremete contra las Torres de Manhattan como Don Quijote contra los molinos. Oriente tiene miedo de Occidente porque Estados Unidos cada día pone más caro lo que roba. Occidente siente miedo de Oriente porque es un enemigo nuevo, desconocido, fantasmal, que no trabaja con misiles sino con pequeños insectos, con suicidas sagrados y con espías cuyos idiomas nadie conocemos. Incluso Europa vive la inquietud de Marruecos y España la inquietud de las otras Españas, que un presidente benévolo o despistado va estimulando, y no por estrategia sino por miedo. Ahora amanece en la India, que era el miedo dormido, y no sabemos si su primer bostezo es de hambre, de sueño o de miedo. La democracia que sirvió para desmilitarizar a los dioses no sirve para amedrentar a los asiáticos, porque no creen en la democracia sino que utilizan a su dios como un hacha. Allá en los 60 vivimos el peligro amarillo, el maoísmo, el despertar de China, pero América ha conseguido adormecer a la inmensa China con cocacola y barbitúricos. China ha cambiado a Mao por unos pantalones tejanos. A Bush no le sientan bien los tejanos porque es de pata corta, pero a Kerry tampoco porque tiene aspecto de funcionario de aduanas. Lo que pasa hoy en USA, desde el 11-S, es que a todo el mundo se le caen los pantalones por el miedo. García Márquez vive el miedo de sus 90 años literarios, que es el miedo a una niña de 14 de la que se ha enamorado. Si no existiese la Lolita de Nabokov, esta niña sería el símbolo de la juventud que viene, libre y salvaje, descreída y desmemoriada. A esta juventud, por miedo, se le concede todo, las faltas de ortografía en los exámenes y el pinchazo mortal delante de su madre, que se lo trae de la farmacia por miedo a decirle que no. Todo está inseguro, todo da un paso atrás. Belén Gopegui saca la segunda edición de su libro sobre Cuba. Hace más de un siglo España tenía miedo de perder Cuba. Hoy tenemos miedo cuando Castro resbala en una escalera y se rompe una rodilla. Las últimas elecciones las ganó aquí el miedo. Recomponer la democracia sería como volver a la Luna. La democracia también es la Luna del miedo. 
El Mundo, 01-11-2004

Nacionalismo y folclore
Cataluña se autodetermina como «nación» en el texto final que proponen el PSC y sus socios. Es muy probable que esta lenta y tediosa maniobra de los separatismos pedáneos, que denuncia este periódico todos los días, con serenidad y firmeza, llegue a convertirse efectivamente en una realidad histórica y contemporánea, en una audacia política del siglo XXI. Nosotros les saldríamos al paso con una sola y silenciosa pregunta: - Bien ¿y qué? Porque uno ve muy posible que esta utopía, mercantil mayormente, se convierta en realidad, pues hay realidades que no sirven para nada. Y éste es el tema nunca planteado, pero sí multiplicado por 17, que nos haremos después de conseguida y madura la España o alianza de las culturas, que quiere Zapatero. El error está en poner a la venta una idea sin ningún contenido ni ventaja, salvo la fascinación del planteamiento en sí mismo. Cataluña será más Mediterráneo, Cataluña tendrá más telares y cantautores, como Vasconia tendrá más versolaris que matan y Galicia tendrá más fragas que desgobiernen. Bueno ¿y qué? No basta con que un proyecto sea atractivo, realizable y popular, sino que hay que meterle algo dentro. No se empieza por la política retórica que sueña localismos: «Lo tan real, hoy lunes», como cantó Jorge Guillén. No se empieza por el final, en una palabra. El verbo se hace carne y habita entre nosotros cuando hay más y mejor población, cuando hay más habitantes y más residentes. Cataluña, que nos asombra todos los días por su capacidad barroquizante para producir más pueblos, más telares, más dinero y más vida, dejará de interesarnos cuando empiece a repetirse a sí misma, esto es, cuando empiece a ser el logrado retrato de lo que no es. Así, Vasconia es hoy una provincia que se realiza sin renunciar a ninguno de los versolaris vascos en la cuerda lírica o en la cuerda industrial. Vasconia no la hacen los muertos de ETA y tampoco los vivos de la retórica pedánea que hemos dicho antes. Vasconia ya está hecha desde hace mucho tiempo y lo que le añade cada muerto reciente no es más grandeza ni más fecundidad ni más personalidad. Los separatistas, los folkloristas, los internacionalistas de Vasconia acabarán, como los otros, siendo una lograda caricatura de sí mismos. Bueno ¿y qué? Galicia volverá a ser una reinvención de lo galaico, entre Rosalía, Valle-Inclán y Cela. Bueno ¿y qué? Quiere uno decir que estos soberanismos acaban a cargo de Zapatero. En lo que está empeñada la España profunda es en rubricarse mediante crueldades inútiles, sobreabundancias estériles y localismos del XIX. La independencia de Cataluña, que ayer se autodeterminaba como «nación», según proposición del PSC, ha recibido una alta y prestigiada respuesta de Alfonso Guerra, el socialista legítimo, que nos alecciona con estas palabras: «Gobernar es muy difícil y las cosas que se dicen cuando uno cree que no va a ganar hay que cumplirlas y eso es muy difícil». Guerra, que no pretende reinar desde la Giralda y que ya vivió su período soberanista en el socialismo auténtico, es hoy el político más autorizado y menos ambicioso de la España de Zapatero. A él debiéramos atenernos porque incluso desde el silencio hace política y no aventurerismo bucanero. Se le ve que participa en nuestra convicción de que las naciones son lo perdurable, pero los nacionalismos sólo son folclore.
El Mundo, 30-09-2005

jueves, 18 de octubre de 2012

UNA GUÍA BREVE, PERO ÚTIL, DE LA DESOBEDIENCIA CÍVICA



Al perpretrar una revolución, hay que satisfacer dos requisitos: que haya alguien o algo contra qué rebelarse, y que alguien salga a la calle de facto y lleve a cabo la rebelión. La indumentaria acostumbra a ser informal y ambas partes pueden ponerse de acuerdo en lo que refiere a hora y lugar, pero si una de las facciones no se presenta, es probable que la empresa entera fracase. En la Revolución China de 1650 ninguno de los bandos compareció y perdieron el depósito.

Las personas o partidos contra los que se efectúa la rebelión se denominan los “opresores” y se los puede reconocer fácilmente por cuanto parecen ser los únicos que se lo pasan bien. Los “opresores”, por lo general, llevan traje, poseen terrenos, y tienen la radio puesta hasta altas horas de la noche sin que nadie se lo vitupere a gritos. Su ocupación consiste en mantener el status quo, una circunstancia en la que todo permanece igual, aunque puede darse el caso de que quieran pintar cada dos años.  

Cuando los “opresores” se vuelven demasiado estrictos, tenemos lo que se llama un estado policíaco, que prohíbe toda señal de disentimiento, tal como reír entre dientes, presentarse con corbata de lazo o llamarle “chato” al alcalde. Las libertades civiles se ven sensiblemente restringidas en un estado policíaco, y la libre expresión es desconocida, aunque en último extremo puede estar permitido hacer muecas. Las opiniones críticas sobre el gobierno tampoco son toleradas, especialmente las referidas a cómo bailan sus miembros. La libertad de prensa también se ve coartada y el partido en el poder “dirige” las noticias, permitiendo a los ciudadanos escuchar únicamente ideas políticas aceptables y tanteos de bésibol que no provoquen desasosiego.  

Los grupos que se rebelan se conocen como los “oprimidos” y se les suele ver en grupos dando vueltas y refunfuñando o pretendiendo que tienen dolor de cabeza. (Hay que señalar que los opresores jamás intentan rebelarse ni convertirse en oprimidos, por cuanto les traería consigo un cambio de ropa interior).  

Algunos ejemplos famosos de revoluciones son:
La Revolución Francesa, en la que los campesinos asumieron el poder por la fuerza y cambiaron con presteza todas las cerraduras de las puertas de Palacio, a fin de que los nobles no pudiesen entrar. Luego organizaron una fiesta y se dieron el gran banquete. Cuando finalmente los nobles reconquistaron el palacio, se les obligó a limpiarlo todo y se descubrieron numerosas manchas y quemaduras de cigarrillo.

La Revolución Rusa, que se incubó durante años y estalló de pronto al comprender los siervos por fin que el Czar y el Tsar eran la misma persona.

Debe señalarse que, cuando concluye una revolución, los "oprimidos" con frecuencia asumen el poder y comienzan a actuar igual que los "opresores". Por supuesto, a partir de entonces es muy difícil conseguir que se pongan al teléfono y el dinero prestado para cigarrillos y chicle durante la lucha puede también darse por perdido.  

Métodos de Desobediencia Cívica:
Huelga de hambre. En ella los oprimidos renuncian al alimento mientras no sean satisfechas sus exigencias. Los políticos solapados acostumbran a ponerles bizcochos al alcance de la mano o tal vez queso de cabra, pero hay que resistir. Si el partido en el poder consigue que el huelguista coma, por lo general le cuesta poco sofocar la insurrección. Si consigue que coma y además que pague la cuenta, ha triunfado en toda línea. En el Pakistán, se dominó una huelga de hambre cuando el gobierno presentó una ternera cordon blue excepcionalmente sabrosa que las masas hallaron demasiado atrayente como para rehusarla, pero tales platos de gourmet son raros.  

El problema que plantea la huelga de hambre es que al cabo de unos cuantos días se puede estar francamente hambriento, sobre todo cuando camiones con altavoces han sido pagados para desfilar por la calle anunciando: “Um… qué pollo tan bueno… ummm… y los guisantes… ummm…”.  

Una variante de la huelga de hambre para aquellos cuyas convicciones políticas no sean tan radicales, es dejar de comer cebollinos. Este gesto insignificante, si se lleva a cabo como es debido, puede influir sensiblemente en un gobierno, y es por todos sabido que la insistencia del Mahatma Gandhi en comerse la ensalada sin aliñar obligó al gobierno británico a numerosas concesiones. Otras cosas que se pueden dejar además de la comida son: el whist, sonreír y apoyarse sobre un solo pie imitando a la cigueña.

Sentada. Se efectúa el traslado al lugar previsto y se procede a sentarse, pero hay que estar sentado todo el tiempo. De otro modo, como se estaría es en cuclillas, una postura que carece de significado político, a menos que el gobierno también se halle en cuclillas (Esto no es frecuente, aunque un gobierno ocasionalmente se acuclillará si hace frío). El quid está en permanecer sentado hasta lograr las concesiones, pero, al igual que en el caso de la huelga de hambre, el gobierno puede apelar a medios sutiles para hacer que el huelguista se levante. Se le puede decir: “Bueno, todo el mundo fuera, vamos a cerrar”. O bien: “¿Le importaría levantarse un momento? Nos gustaría conocer su estatura”.  

Manifestaciones y marchas. El aspecto clave de una manifestación es que tiene que ser visible. De ahí el termino “manifestación”. Si una persona se manifiesta con carácter privado en su domicilio, no constituye técnicamente una manifestación, sino meramente “una acción estúpida” o “comportarse como un asno”.

Un ejemplo típico de manifestación fue la Fiesta del Té de Boston, en la que americanos ultrajados, disfrazados de indios, tiraron al puerto té inglés. Más tarde indios disfrazados de americanos ultrajados tiraron ingleses auténticos al puerto. A continuación, ingleses disfrazados de té se tiraron al puerto entre sí. Finalmente, mercenarios alemanes ataviados únicamente con vestuario de "Las Troyanas" saltaron al puerto sin razón aparente.

Al manifestarse resulta útil llevar una pancarta que exponga la propia postura. Algunas posturas sugeridas son: 1) bajar los impuestos, 2) subir los impuestos, y 3) no sonreír más a los persas.

Otros métodos de Desobediencia Cívica:
Plantarse delante del ayuntamiento y salmodiar la palabra “pudding” hasta que las reivindicaciones sean satisfechas.

Taponar el tráfico introduciendo un rebaño de ovejas en la zona comercial.

Telefonear a miembros del establishment para cantarles: “Bess, tu eres ahora mi único amor”.  

Vestirse de policía y luego ponerse a saltar a la comba.

Fingirse una alcachofa y pellizcar a la gente cuando pase. WOODY ALLEN (Sin plumas)

viernes, 5 de octubre de 2012

50 ANIVERSARIO


miércoles, 3 de octubre de 2012

NUESTRA HISTORIA EN DOS MINUTOS

No es fácil resumir la historia de la Humanidad en dos minutos, pero alguien lo ha intentado: Joe Bush, un adolescente, editó este video a base de imágenes archiconocidas del acontecer humano, incluso antes de que existiese: a partir del Big Bang. El material se convirtió enseguida en viral, uno de los más vistos de Internet.

miércoles, 19 de septiembre de 2012

SE ACABA EL SIGLO XX ESPAÑOL

Santiago Carrillo Solares (Gijón, 1915 - Madrid, 2012) y su inseparable cigarrillo 'Peter Stuyvesant'
97 años dan para mucho, incluso para encarnar lo mejor y lo peor de los españoles. Santiago Carrillo encarnó todo ello, pero yo me quedo con su impagable labor en la Transición a la Democracia, donde todo el mundo estuvo a la altura de las circunstancias. Nada que ver con la situación actual. Sobre otros episodios de su vida, que quizá nunca se aclaren del todo, correremos un piadoso velo.
Murió ayer mientras echaba la siesta. Descanse.



Mirada de 9 largo

Hubo un tiempo heroico y patético en que Santiago Carrillo fue uno de los protagonistas del siglo español. Estuvo en la Capital de la Gloria cuando unos y otros se mataban. La vida de Santiago Carrillo no cabe en 467 palabras, ni en 467 millones. El padre Pitillo fue el comandante del antifranquismo, uno de los protagonistas de la III Internacional y el que tejió los hilos de la democracia con el Pacto por la Libertad, el Eurocomunismo y la Transición. Aunque dirigió el Partido de los Fusilados y los Presos, no estuvo en la cárcel más que unas horas, después de dar una conferencia de prensa en la calle Alameda de Madrid.
La Historia no estuvo de su parte. Dirigió derrotas y retiradas hasta que el modelo comunista sucumbió por el hambre, el gulag y los sanatorios psiquiátricos. Fue uno de los responsables de la derrota de la guerrilla antifranquista, pero también uno de los comandantes de 10.000 héroes de la Resistencia francesa, los primeros que entraron por el Arco de Triunfo.
Conocí su cara de chascarrillo, su acento de cine negro, su mirada de 9 largo cuando en un viaje a Almería dije "Pichí" refiriéndome al Partido italiano y él dijo: "Pichí, pichí, siempre estáis dando la lata con el Pichí".
El primero en preguntar "¿Después de Franco qué?" antes se enfrentó con su propio padre y rompió con la socialdemocracia para volver a ella en la decrepitud. Era el Secretario de las Juventudes Socialistas cuando los militantes se iban a pegar tiros al Guadarrama e hizo poner un cartel en la sede que decía: "Estamos en el frente". Me contó cosas asombrosas del frente el mejor amigo de Carrillo, el gran Federico Melchor.
Santiago comió caviar en el Kremlin y ha sobrevivido a las purgas aunque fue uno de los primeros dirigentes comunistas que se enfrentó con el estalinismo. Vivió una época pavorosa, cuando según él mismo se desarrolló en los partidos comunistas una verdadera paranoia. Vino con la peluca de bujarrón y fue detenido. En menos de una hora el partido de Madrid se enfrentó a las metralletas en la Puerta del Sol y en Carabanchel.
Escribió Eurocomunismo y Estado, del que dijo Fraga: "Para escribir ese libro hacen falta muchas hormonas intelectuales". Tuve con él una bronca que pueden atestiguar Vicent, Reviriego y Javier Solana. Almorzábamos en la cúpula del Palace. Solana comentó que yo era muy agresivo con el Gobierno de Felipe González. Carrillo dijo, haciendo el quite al ministro: "Raúl está siempre con el poder". Seguimos comiendo y a los postres le dije a Santiago: "Yo me voy a cagar en tu puta madre". Él contestó: "Y yo en la tuya". RAÚL DEL POZO (El Mundo, 19-09-2012)

martes, 21 de agosto de 2012

SAN FRANCISCO

Scott McKenzie con Ian Anderson (Jethro Tull) en un concierto en Bremen en 2004
Gracias a esta canción de Scott McKenzie, la gente de mi generación, entonces apenas quinceañeros, se enteró (nos enteramos) de que algo nuevo se estaba cociendo en la costa oeste de los Estados Unidos. La llamada "revolución hippie" duró lo que un caramelo en la puerta de una guardería, pero creó una estética cuyo rastro aún puede seguirse de alguna manera en ciertos ambientes.
La canción fue escrita en realidad por John Phillips (The Mamas and the Papas), amigo de Scott, y se convirtió inmediatamente en una especie de himno de aquella movida.
McKenzie acaba de morir en Los Ángeles a los 73 años. Descanse.

sábado, 18 de agosto de 2012

VALE, PERO... ¿QUÉ ES REALMENTE WIKILEAKS?

Julian Assange, Mr. Wikileaks'Los reporteros de la televisión sueca Jesper Huor y Bosse Lindquist realizaron este documental en 2010 entrevistando a miembros destacados de Wikileaks*, como Julian Assange, Kristinn Hrafnsson o Daniel Domscheit-Berg. Intentaban averiguar dónde está la sede o sedes de esta organización, si los EE.UU. habían conseguido cargársela y, sobre todo, quién es realmente Julian Assange y qué objetivos persigue.
El documental dura aproximadamente una hora, así que paciencia.


* Wikileaks: del hawaiano wiki, "rápido" y del inglés leak, "fuga", "goteo", "filtración".

viernes, 13 de julio de 2012

EL PLAN DE CHOQUE

Manuel Alcántara - Daniel QuinteroVolveremos a Manuel Alcántara, viejo y sabio poeta y articulista (decano de los columnistas españoles), que sigue mostrándonos verdades como puños con su prosa irónica y su irrenunciable coña marinera, que no en vano es malagueño.

Nos han cambiado de país y de época y no digamos de costumbres. Las medidas serían imprescindibles, pero nos obligarán a prescindir de casi todo, no únicamente de la sobreabundancia de concejales, que eso se notará poco porque hay muchos, o de los consejeros. A ver si nos entendemos: después del ajuste somos otra nación y ahora nos hemos convertido en emigrantes sin necesidad de haber viajado. El plan de choque equivale a un descarrilamiento: hemos colisionado con nuestro tren de vida.
Hay que obedecer a nuestro Gobierno, que está en Bruselas, aunque nos coloque al borde de la desobediencia civil. Es lo que hay o, mejor dicho, lo que no hay. Se acabó el carbón, como bien saben los mineros, cuyo peregrinaje a la Puerta del Sol ha acabado a pedradas y bengalas (por ahora) y se va a acabar el turrón estas próximas navidades, que serán trágicas con la desaparición de la paga. Cuando la gente cante eso de "campana sobre campana" todas estarán tocando a duelo. Es dudoso incluso que los peces sigan bebiendo y bebiendo en el río revuelto del mayor recorte registrado desde nuestra perfectible y anhelada democracia. "No era esto, no era esto", sino todo lo contrario. El IVA es un arma de dos filos, pero siempre hiere más a los pobres. "Cuánto corta una espada en un vencido", dijo imperecederamente Villamediana, al que mataron por sus amores reales y por otros bastantes realistas. Todo ha variado de anteayer a hoy. Hemos pasado de manirrotos a menesterosos y para salvar a España hay que hundir a la gran mayoría de los españoles. Los primeros serán los parados y los funcionarios, que son los parientes más próximos de la prima de riesgo.
¿Podremos entre todos? Esa es la pregunta, pero está mal hecha, porque no somos todos. El registrador de la propiedad y actual presidente, señor Rajoy, se resiste a gravar las grandes fortunas y no quiere registrarle el bolsillo a los potentados. ¡Hasta ahí podíamos llegar con los recortes! Y en algún lugar hay que detenerse.
MANUEL ALCÁNTARA (13-07-2012)

viernes, 8 de junio de 2012

UN RECUERDO PARA HERB REED...

... fundador y último superviviente de los primeros Platters, reyes del doo wop, que acaba de fallecer a los 83 años. Descanse.

The Platters - Great Pretender, Only You

lunes, 4 de junio de 2012

EL CONTRATO SOCIAL O PRINCIPIOS DEL DERECHO POLÍTICO (Fragmentos)/1

Jean-Jacques Rousseau
LIBRO PRIMERO
[...] Entro en materia sin demostrar la importancia de mi tema. Si me preguntara si soy príncipe o legislador para escribir sobre política, contestaría que no, y que precisamente por ello lo hago: si lo fuera, no perdería mi tiempo en decir lo que es necesario hacer; lo haría o guardaría silencio.

CAPÍTULO I
OBJETO DE ESTE PRIMER LIBRO
El hombre ha nacido libre y, sin embargo, en todas partes se encuentra encadenado. Se considera amo, pero no deja por eso de ser menos esclavo que los demás. ¿Cómo se ha operado esta transformación? Lo ignoro. ¿Qué puede convertirlo en legítimo? Creo poder resolver esta cuestión.
[...] el orden social constituye un derecho sagrado que sirve de base a todos los demás. No obstante, este derecho no es un derecho natural: de lo cual se colige que está fundado sobre convenciones. Se trata de saber cuáles son esas convenciones; pero antes de llegar a esta afirmación debo fijar o determinar lo que acabo de anticipar.

CAPÍTULO II
DE LAS PRIMERAS SOCIEDADES
La más antigua de todas las sociedades, y la única natural, es la de la familia; a pesar de que los hijos no permanecen ligados al padre más que durante el tiempo que tienen necesidad de él para su conservación. Tan pronto como esta necesidad cesa, los lazos naturales quedan deshechos. Los hijos libres de la obediencia que debían al padre y éste relevado de los cuidados que debía a los hijos, uno y otros pasan a gozar de igual independencia. Si continúan unidos, no es ya forzosa y naturalmente, sino voluntariamente; y la familia misma, no subsiste más que por convención.
Esta libertad común es consecuencia de la naturaleza humana. Su principal ley es velar por su propia conservación, sus primeros cuidados son los que se debe a sí misma.
[...] La familia es, pues, si se quiere, el primer modelo de las sociedades políticas: el jefe es la imagen del padre, el pueblo la de los hijos, y habiendo nacido todos iguales y libres, no enajenan su libertad sino a cambio de su utilidad. Toda la diferencia consiste en que en la familia el amor paternal recompensa al padre de los cuidados que prodiga a sus hijos, en tanto que en el Estado es el placer del mando el que suple o sustituye este amor que el jefe no siente por sus súbditos.
[...] Como un pastor es de naturaleza superior a la de su rebaño, los pastores de hombres, que son sus jefes, son igualmente de naturaleza superior a la de sus pueblos. Así razonaba, de acuerdo con Filón, el emperador Calígula, concluyendo por analogía, que los reyes eran dioses o que los hombres del pueblo eran bestias.
[...] Aristóteles, con anterioridad, había dicho también que los hombres no son naturalmente iguales, pues unos nacen para ser esclavos y otros para dominar.

CAPÍTULO III
DEL DERECHO DEL MÁS FUERTE
El más fuerte no lo es jamás bastante para ser siempre el amo o señor, si no transforma su fuerza en derecho y la obediencia en deber. De allí el derecho del más fuerte, tomado irónicamente en apariencia y realmente establecido en principio. Pero ¿se nos explicará alguna vez esta palabra? La fuerza es una potencia física, y no veo qué moralidad puede resultar de sus efectos. Ceder a la fuerza es un acto de necesidad, no de voluntad; cuando más, puede ser de prudencia. ¿En qué sentido podrá ser un deber?
[...] Convengamos, pues, en que la fuerza no hace el derecho y en que no se está obligado a obedecer sino a los poderes legítimos. Así, mi cuestión primitiva queda siempre en pie.

CAPÍTULO IV
DE LA ESCLAVITUD
Puesto que ningún hombre tiene por naturaleza autoridad sobre su semejante, y puesto que la fuerza no constituye derecho alguno, quedan sólo las convenciones como base de toda autoridad legítima sobre los hombres.
[...] Ahora, un hombre que se hace esclavo de otro, no cede su libertad; la vende, cuando menos, por su subsistencia; pero un pueblo ¿por qué se vende? Un rey, lejos de proporcionar la subsistencia a sus súbditos, saca de ellos la suya, y según Rabelais, un rey no vive con poco. ¿Los súbditos ceden, pues, sus personas a condición de que les quiten también su bienestar? No sé qué les queda por conservar.
Se dirá que el déspota asegura a sus súbditos la tranquilidad civil; sea, pero ¿qué ganan con ello, si las guerras que su ambición ocasiona, si su insaciable avidez y las vejaciones de su ministerio les arruinan más que sus disensiones internas? ¿Qué ganan, si esta misma tranquilidad constituye una de sus miserias? Se vive tranquilo también en los calabozos. Pero, ¿es esto encontrarse y vivir bien? Los griegos, encerrados en el antro de Cíclope, vivían tranquilos esperando el turno de ser devorados.
[...] Aun admitiendo que el hombre pudiera enajenar su libertad, no puede enajenar la de sus hijos, nacidos hombres y libres. Su libertad les pertenece, sin que nadie tenga derecho a disponer de ella. Antes de que estén en la edad de la razón, puede el padre, en su nombre, estipular condiciones para asegurar su conservación y bienestar, pero no darlos irrevocable e incondicionalmente; pues acto tal sería contrario a los fines de la naturaleza y traspasaría el límite de los derechos paternales. Sería, pues, necesario para que un gobierno arbitrario fuese legítimo, que a cada generación el pueblo fuese dueño de admitir o rechazar sus sistemas, y en caso semejante la arbitrariedad dejaría de existir.
Renunciar a su libertad es renunciar a su condición de hombre, a los derechos de la humanidad y aun a sus deberes. No hay resarcimiento alguno posible para quien renuncia a todo. Semejante renuncia es incompatible con la naturaleza del hombre: despojarse de la libertad es despojarse de moralidad.
[...] Ya sea de hombre a hombre o de hombre a pueblo, el siguiente razonamiento será siempre igualmente insensato. "Celebro contigo un contrato en el cual todos los derechos están a tu cargo y todos los beneficios en mi favor, el cual observaré hasta tanto así me plazca y tú durante todo el tiempo que yo desee".

CAPÍTULO V
NECESIDAD DE RETROCEDER A UNA CONVENCIÓN PRIMITIVA
[...] Habrá siempre una gran diferencia entre someter a una multitud y regir a una sociedad.
[...] Antes de examinar el acto por el cual el pueblo elige un rey, sería conveniente estudiar el acto por el cual un pueblo se constituye en tal, porque siendo este acto necesariamente anterior al otro, es el verdadero fundamente de la sociedad.
En efecto, si no hubiera una convención anterior, ¿en donde estaría la obligación, a menos que la elección fuese unánime, de los menos a someterse al deseo de los más? y ¿con qué derecho, ciento que quieren un amo, votan por diez que no lo desean? La ley de las mayorías en los sufragios es ella misma fruto de una convención que supone, por lo menos una vez, la unanimidad.

CAPÍTULO VI
DEL PACTO SOCIAL
[...] "Encontrar una forma de asociación que defienda y proteja con la fuerza común la persona y los bienes de cada asociado, y por la cual cada uno, uniéndose a todos, no obedezca sino a sí mismo y permanezca tan libre como antes." Tal es el problema fundamental cuya solución da el Contrato social.

CAPÍTULO VII
DEL SOBERANO
[...] cada individuo puede, como hombre, tener una voluntad contraria o desigual a la voluntad general que posee como ciudadano: su interés particular puede aconsejarle de manera completamente distinta de la que le indica el interés común; su existencia absoluta y naturalmente independiente puede colocarle en posición abierta con lo que debe a la causa común como contribución gratuita, cuya pérdida sería menos perjudicial a los otros que oneroso el pago para él, y considerando la personal moral que constituye el Estado como un ente de razón -puesto que éste no es un hombre-, gozaría de los derechos del ciudadano sin querer cumplir o llenar los deberes de súbdito, injusticia cuyo progreso causaría la ruina del cuerpo político.
A fin de que este pacto social no sea, pues, una vana fórmula, él encierra tácitamente el compromiso, que por sí solo puede dar fuerza a los otros, de que, cualquiera que rehúse obedecer a la voluntad general, será obligado a ello por todo el cuerpo; lo cual no significa otra cosa sino que se le obligará a ser libre, pues tal es la condición que, otorgando cada ciudadano a la patria, le garantiza de toda dependencia personal, condición que constituye el artificio y el juego del mecanismo político y que es la única que legitima las obligaciones civiles, las cuales, sin ella, serían absurdas, tiránicas y quedarían expuestas a los mayores abusos.

CAPÍTULO VIII
DEL ESTADO CIVIL
La transición del estado natural al estado civil produce en el hombre un cambio muy notable, sustituyendo en su conducta la justicia al instinto y dando a sus acciones la moralidad de que antes carecían. Es entonces cuando, sucediendo la voz del deber a la impulsión física, y el derecho al apetito, el hombre, que antes no había considerado ni tenido en cuenta más que su persona, se ve obligado a obrar basado en distintos principios, consultando a la razón antes de prestar oído a sus inclinaciones. Aunque se prive en este estado de muchas ventajas naturales, gana en cambio otras tan grandes, sus facultades se ejercitan y se desarrollan, sus ideas se extienden, sus sentimientos se ennoblecen, su alma entera se eleva a tal punto que, si los abusos de esta nueva condición no le degradasen a menudo hasta colocarle en situación inferior a la que estaba, debería bendecir sin cesar el dichoso instante en que la quitó para siempre y en que, de animal estúpido y limitado, se convirtió en un ser inteligente, en hombre.
Simplificando: el hombre pierde su libertad natural y el derecho ilimitado a todo cuanto desea y puede alcanzar, ganando en cambio la libertad civil y la propiedad de lo que posee.

CAPÍTULO IX
DEL DOMINIO REAL
[...] Cuando Núñez de Balboa tomaba, desde la playa, posesión del Océano Pacífico y de toda la América Meridional en nombre de la corona de Castilla, ¿era esto razón suficiente para desposeer a todos los habitantes, excluyendo igualmente a todos los príncipes del mundo? Bajo esas condiciones, las ceremonias se multiplicaban inútilmente: el rey católico no tenía más que, de golpe, tomar posesión de todo el universo, sin perjuicio de suprimir en seguida de su imperio lo que antes había sido poseído por otros príncipes.
[...] Terminaré este capítulo y este libro con una advertencia que debe servir de base a todo el sistema social, y es la de que, en vez de destruir la igualdad natural, el pacto fundamental sustituye por el contrario una igualdad moral y legítima, a la desigualdad física que la naturaleza había establecido entre los hombres, los cuales, pudiendo ser desiguales en fuerza o en talento, vienen a ser todos iguales por convención y derecho.1

1 Bajo los malos gobiernos, esta igualdad no es más que aparente e ilusoria: sólo sirve para mantener al pobre en su miseria y al rico en su usurpación. En realidad, las leyes son siempre útiles a los que poseen y perjudiciales a los que no tienen nada. De esto se sigue que el estado social no es ventajoso a los hombres en tanto que todos ellos posean algo y ninguno demasiado.

Fragmentos de El Contrato Social o Principios del Derecho Político, de Jean-Jacques Rousseau.

lunes, 28 de mayo de 2012

DESOBEDIENCIA CIVIL (Fragmentos)

Henry David ThoreauCreo de todo corazón en el lema “El mejor gobierno es el que tiene que gobernar menos”, y me gustaría verlo hacerse efectivo más rápida y sistemáticamente. Bien llevado, finalmente resulta en algo en lo que también creo: “El mejor gobierno es el que no tiene que gobernar en absoluto”. Y cuando los pueblos estén preparados para ello, ése será el tipo de gobierno que tengan. En el mejor de los casos, el gobierno no es más que una conveniencia, pero en su mayoría los gobiernos son inconvenientes y todos han resultado serlo en algún momento.
[...] Si el mercado y el comercio no estuvieran hechos de goma, nunca lograrían salvar los obstáculos que los legisladores les atraviesan en forma sistemática. Y si uno fuera a juzgar a esos señores sólo por el efecto de sus acciones, y no en parte por sus intenciones, merecerían ser castigados como a los bandidos que atraviesan troncos sobre los rieles del ferrocarril.
[...] Después de todo, la razón práctica por la cual, una vez que el poder está en manos del pueblo, se le permite a una mayoría, y por un período largo de tiempo, regir, no es porque esa mayoría esté tal vez en lo correcto, ni porque le parezca justo a la minoría, sino porque físicamente son los más fuertes. [...] ¿Tiene el ciudadano en algún momento, o en últimas, que entregarle su conciencia al legislador? ¿Para qué sirve entonces la conciencia individual? Pienso que antes que súbditos tenemos que ser hombres. No es deseable cultivar respeto por la ley más de por lo que es justo. [...] La ley jamás hizo al hombre un ápice más justo, y a causa del respeto por ella, aun el hombre bien dispuesto se convierte a diario en el agente de la injusticia.
[...] El hombre sabio será útil sólo como hombre, y no aceptará ser "arcilla" o "abrir un hueco para escapar del viento", sino que dejará ese oficio a sus cenizas.
"Soy nacido muy alto para ser convertido en propiedad, para ser segundo en el control o útil servidor e instrumento de ningún Estado soberano del mundo".
[...] El hombre sabio no deja el bien a la merced de la suerte, ni deja que se mantenga por el poder de la mayoría. Hay poca virtud en la acción de las masas.
[...] Existen leyes injustas: ¿debemos estar contentos de cumplirlas, trabajar para sustituirlas, y obedecerlas hasta cuando lo hayamos logrado, o debemos incumplirlas desde el primer momento? Las personas, bajo un gobierno como el presente, piensan por lo general que deben esperar hasta haber convencido a la mayoría para cambiarlas. Creen que si oponen resistencia, el remedio sería peor que la enfermedad. Pero es culpa del gobierno que el remedio sea peor que la enfermedad. Es él quien lo hace peor. ¿Por qué no está más apto para prever y hacer una reforma? ¿Por qué no valora a su minoría sabia? ¿Por qué grita y se resiste antes de ser herido? ¿Por qué no estimula a sus ciudadanos a que analicen sus faltas y lo hagan mejor de lo que él lo haría con ellos? ¿Por qué siempre crucifica a Cristo, excomulga a Copérnico y a Lutero y declara rebeldes a Washington y a Franklin? [...] Si un hombre que no tiene propiedad se niega sólo en una ocasión a pagar nueve chelines al Estado, es puesto en prisión por un término ilimitado por ley que yo conozca, y recluido a la discreción de aquellos que lo pusieron allí; pero si le roba noventa veces nueve chelines al Estado, es pronto puesto de nuevo en libertad. [...] En cuanto a adoptar las formas que el Estado ha entregado para remediar el mal, yo no sé nada de tales formas. Necesitan mucho tiempo, y la vida se habrá acabado para entonces. Tengo otras cosas que hacer. Yo vine a este mundo no propiamente a convertirlo en un buen lugar para vivir, sino a vivir en él, ya sea bueno o malo. Una persona no tiene que realizarlo todo, sino algo; y puesto que no puede realizarlo todo, no es preciso que vaya haciendo peticiones al gobernador o al legislador más de lo que ellos me las tienen que hacer a mí. ¿Y si ellos no escuchan mi petición, qué tengo que hacer? En este caso el Estado no tiene contestación.
[...] Por mi parte, no quiero ni pensar que alguna vez dependa de la protección del Estado. Pero si yo niego la autoridad del Estado cuando éste me presenta la cuenta de los impuestos, pronto se llevarán y gastarán mis propiedades y me acosarán a mí y a mis hijos sin descanso. Esto es duro. Esto hace imposible a la persona vivir honestamente y al tiempo con comodidad en lo que a la vida material atañe. No vale la pena acumular propiedades que de seguro se volverán a ir. Hay que alquilar o establecerse en cualquier predio, cultivar una pequeña cosecha y comérsela pronto. Hay que vivir dentro de sí mismo y depender de uno mismo, siempre arremangado y listo a arrancar, sin tener muchos asuntos pendientes. Un individuo puede volverse rico en Turquía, si es en todas las facetas un buen súbdito del gobierno turco. Confucio dijo: "Si un Estado es gobernado por los principios de la razón, la riqueza y los honores son objeto también de vergüenza"
[...] Yo no nací para ser forzado. Respiro a mi manera. Ya veremos quién es el más fuerte. ¿Qué fuerza posee una multitud? Sólo me pueden obligar los que obedecen una ley más alta que yo. Quieren obligarme a que me vuelva como ellos. No escucho a quienes han sido obligados por las masas a vivir así o asá. [...] Sólo veo que cuando una bellota y una castaña caen juntas, la una no se queda estática para cederle campo a la otra, ambas obedecen sus propias leyes y germinan y crecen y florecen lo mejor que pueden, hasta que una, probablemente, eclipsa y destruye a la otra. Si una planta no puede desarrollarse de acuerdo a la naturaleza, se muere; lo mismo el ser humano.
[...] Con todo, el gobierno me trae sin cuidado, y pienso en él lo menos que puedo. No es mucho el tiempo que vivo bajo el gobierno, todavía en este mundo. Si un hombre piensa libremente, sueña, imagina libremente, nunca estará por mucho tiempo de acuerdo con lo que no es como con lo que es, así no puede ser interrumpido por gobernantes o reformadores necios.
[...] ¿Es la democracia que conocemos la última mejora posible de gobierno? ¿No es factible adelantar un paso en el reconocimiento y la organización de los derechos del hombre? Nunca existirá un Estado totalmente libre e iluminado hasta cuando ese Estado reconozca al individuo como un poder más alto e independiente, del cual se deriva su propio poder y autoridad y lo trate en consecuencia. Me complace imaginar un Estado que finalmente pueda pregonar el ser justo con todos, y que trate al individuo con respeto; más aún, que no llegue a pensar que es inconsistente con su propia tranquilidad si unos cuantos viven separados de él, no mezclándose con él, sin abrazarlo, pero cumpliendo con su obligación de vecinos y compañeros. Un Estado que produjera este fruto y lo entregase tan pronto estuviese maduro abriría el camino para otro Estado, aún más perfecto y glorioso, que yo he soñado también, pero que aún no he visto por ninguna parte.

Desobediencia civil es quizás uno de los ensayos más exitosos y trascendentes del autor del que el propio Gandhi y Lanza del Vasto han reconocido su influencia. Thoreau indica que lo escribió a raíz de la guerra contra México (1846-48) en la que los EEUU, pretextando absurdas amenazas, iniciaron su carrera imperialista a través de la paz de Guadalupe Hidalgo. Thoreau montó en cólera por el maquiavelismo estadounidense contra el país vecino y por ello fue a la cárcel, aunque sólo fuera por una noche, pero a partir de entonces se negó a pagar unos impuestos que, según él, no dejaban de alimentar una política agresiva y expansionista que, salvo honrosos períodos, llega hasta la actualidad. FRANCESC LL. CARDONA

miércoles, 23 de mayo de 2012

ERASMO

José Luis Gutiérrez, 'Erasmo'

José Luis Gutiérrez, director del desaparecido Diario 16, periodista combativo y figura clave de la profesión periodística en la Transición, falleció ayer en Madrid. Descanse el maestro de periodistas.



EL MUNDO, jueves, 17 de Mayo, 2012

Jazz Age/ ELUCIDARIO DE LA INDIGNACIÓN
José Luis Gutiérrez

El Estado debería proteger a esa bendita muchachada del 15-M, válvula y aliviadero de las tensiones sociales, surgida tras el opúsculo de un impostor nonagenario y antisemita, el millonario galo Stéphane Hessel y el desvergonzado imperativo (¡Indignaos!) de su panfleto. Este pánfilo, con tan absurdo mandato, encauza muy justas reivindicaciones hacia un psicológico y semántico cul de sac, un anímico callejón sin salida, irracional, arrebatado y sin expectativas.

El imperativo “¡Indignaos!” es un psicológico “cul de sac”, irracional, arrebatado y sin expectativas.

En los sesenta, en cambio, los jóvenes de las izquierdas leíamos a Marcuse, a Althusser y sus aparatos ideológicos, a Marx obviamente, a Gramsci. O a otros indignados, más pragmáticos y resignados, como Ixca Cienfuegos (Carlos Fuentes, La región más transparente).

Hoy son la variante light de aquellos “Antiglobalización” de finales del siglo XX y sus algaradas callejeras contra los cónclaves del Banco Mundial, el Fondo Monetario, el G-8 y otros consorcios de poder global. La comunicación horizontal con Internet y los vuelos low cost hicieron el resto, al margen de la utilización política por parte de los últimos flecos de la III Internacional, el Komintern comunista y la contradicción filosófica de quienes auspiciaban el internacionalismo proletario y paradójicamente se enfrenaban a otro internacionalismo, el de la globalización y los mercados.

Basilio Martín Patino podrá culminar el montaje de sus muchas horas de grabación en Sol y brindarnos uno de sus celebrados documentales sobre el 15-M, cuyos perfiles esenciales son los de la juventud de siempre, el idealismo, la generosidad bienintencionada y solidaria junto al más enternecedor de los despistes ideológicos. Campo propicio para buhoneros y sus crecepelos políticos.

Bruce Springsteen vino a España para cantar y, de paso, iluminarnos: “En España lo teneis duro, estáis en una auténtica depresión”. Qué nivel. Tentativa de idiotización global a la hora de analizar concausas complejas como las de la crisis, cuando intelectuales y expertos son sustituidos ahora por analfabetos técnicos aunque “populares”, actores, gente del show business, rockeros como Springsteen, con consigna política incorporada para transformarla en “titular”.

De aquel grandioso Boss de la contestación pacifista de “Born in the USA”, del desaliento del vet de Vietnam despreciado y olvidado al volver a casa -metáfora antibelicista del primer Rambo de “Acorralado”-; del ado que acarrea su soledad por las calles de una Filadelfia apocalíptica y espectral, cuando su cascada voz era estructura musical de un discurso trasgresor. Hoy el Boss comienza a parecerse inquietantemente a uno de esos roncos profesionales que más que subvertir parecen aquejados de persistentes faringitis. Multimillonario y con avión privado, sus espurios atuendos de pordiosero, sus harapos aparentes denotan una impudorosa intención escénica, con humo, luz y sonido, del superchero que busca embaucar subliminalmente con sus disfraces a jóvenes como los del 15 M, violentando aquella sentencia idealista de Tierno Galván: “No se puede ser de izquierdas y millonario al mismo tiempo”. Y menos aún, multimillonario. Se echará de menos a Lenin.

Amén, admirado Erasmo.