Volveremos a Manuel Alcántara, viejo y sabio poeta y articulista (decano de los columnistas españoles), que sigue mostrándonos verdades como puños con su prosa irónica y su irrenunciable coña marinera, que no en vano es malagueño.Nos han cambiado de país y de época y no digamos de costumbres. Las medidas serían imprescindibles, pero nos obligarán a prescindir de casi todo, no únicamente de la sobreabundancia de concejales, que eso se notará poco porque hay muchos, o de los consejeros. A ver si nos entendemos: después del ajuste somos otra nación y ahora nos hemos convertido en emigrantes sin necesidad de haber viajado. El plan de choque equivale a un descarrilamiento: hemos colisionado con nuestro tren de vida.
Hay que obedecer a nuestro Gobierno, que está en Bruselas, aunque nos coloque al borde de la desobediencia civil. Es lo que hay o, mejor dicho, lo que no hay. Se acabó el carbón, como bien saben los mineros, cuyo peregrinaje a la Puerta del Sol ha acabado a pedradas y bengalas (por ahora) y se va a acabar el turrón estas próximas navidades, que serán trágicas con la desaparición de la paga. Cuando la gente cante eso de "campana sobre campana" todas estarán tocando a duelo. Es dudoso incluso que los peces sigan bebiendo y bebiendo en el río revuelto del mayor recorte registrado desde nuestra perfectible y anhelada democracia. "No era esto, no era esto", sino todo lo contrario. El IVA es un arma de dos filos, pero siempre hiere más a los pobres. "Cuánto corta una espada en un vencido", dijo imperecederamente Villamediana, al que mataron por sus amores reales y por otros bastantes realistas. Todo ha variado de anteayer a hoy. Hemos pasado de manirrotos a menesterosos y para salvar a España hay que hundir a la gran mayoría de los españoles. Los primeros serán los parados y los funcionarios, que son los parientes más próximos de la prima de riesgo.
¿Podremos entre todos? Esa es la pregunta, pero está mal hecha, porque no somos todos. El registrador de la propiedad y actual presidente, señor Rajoy, se resiste a gravar las grandes fortunas y no quiere registrarle el bolsillo a los potentados. ¡Hasta ahí podíamos llegar con los recortes! Y en algún lugar hay que detenerse. MANUEL ALCÁNTARA (13-07-2012)
11 comentarios:
El registrador de la propiedad y actual presidente, señor Rajoy, se resiste a gravar las grandes fortunas y no quiere registrarle el bolsillo a los potentados.
Gran artículo, cómo no podía ser menos viniendo de dónde viene...
Es que hincarle el diente a los ricos no es tan fácil como pueda parecer, porque están bien escondidos y además de forma legal (un paraíso fiscal casero, p.e.: sicav). Pero, ¿por qué se les permite esconderse?, porque aunque se sabe que no pagan lo que tienen que pagar, pagan algo, muy poco, pero algo es algo, y si les quitasen la protección legal que se les proporcionó, hay unos cuantos paraísos fiscales esperándoles con los brazos abiertos, y ese poco que se recauda se convertiría en cero patatero. (El chantaje de los ricos se podría llamar).
Los ricos, no viven fiscalmente hablando, a cuerpo descubierto, no seamos ingenuos. Y detrás de un rico, en general, hay una empresa o un auténtico entramado de sociedades anónimas; con un poco de información que se tenga de cómo se constituye una sociedad anónima, no creo que haya que explicar mucho más.
Otra cosa es una sociedad limitada, en la que casi siempre hay un autónomo, y un autónomo rico, sí que sería un milagro.
Así que: como siempre(menos los ricos, ¿de qué nos sorprendemos?), ajo y agua.
Y lo peor de todo es, que no podemos hacer nada más que protestar, cada uno a su manera.
O lo mejor es, que sí se puede hacer algo, no digo tipo "Fuenteovejuna", pero parecido, salvando las distancias, sobre todo a nivel social, en general, no sólo cuando nos tocan el bolsillo directo. Que nos llenamos la boca todos, pero a la hora de la verdad, somos muy solidarios sí, pero de boquilla.
Ahí te he visto, Marian.
Viejo y sabio, ya digo, Gatopardo.
Es que como no nos detengamos a ver la realidad, en toda su crudeza, mal vamos si queremos cambiar algo.
Lo peor es que todo esto sirve para pagar lo que se debe, para cubrir déficits, todo deudas, y hasta que no se paguen o nos den tregua, no habrá para gastar más que lo imprescindible y si no se consume, al ciclo económico en el que vivimos le faltarán eslabones y vendrá más paro.
Y habrá más recortes, que ahí Rajoy está como un pulpo en un garaje; yo es que lo malo lo prefiero de golpe, no gota a gota.
(Eh Charlie, los comentarios, ¿te los paso al 18% o al 21%?)
No, nada de IVA, dinero negro.
Muy bueno.
¿Como el carbón de negro?
Máh o menoh.
Muy grande Alcántara.
Unas pocas palabras bien colocadas y está todo dicho.
Casi me ha hecho reír.
Es que hasta las cosas más serias las trata con una sorna y una retranca inigualables.
...Re-tranca, eso es lo que más de uno de estos necesitaría le metiesen por detrás...
Breves
Deica d:D´
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