No se conoce muy bien quién fue el inventor del telescopio. Habitualmente el invento se ha atribuido al fabricante de lentes alemán Hans Lippershey, pero recientes investigaciones del informático Nick Pelling, divulgadas por la revista History Today, atribuyen la autoría al gerundense Juan Roget en 1590, cuyo invento habría sido copiado por Zacharias Janssen, que habría intentado patentarlo dos semanas antes de que lo hiciera Lippershey. También intentaría patentarlo Jacob Metius.
Sea como fuere, corresponde a Galileo el mérito de ser el primero en utilizar el nuevo instrumento para algo más que para "acercar" los objetos terrestres. Con un añadido: contrariamente a los telescopios construidos hasta entonces, el de Galileo no deforma los objetos y los aumenta hasta 6 veces, el doble de lo que era habitual. También es el único que consigue una imagen derecha gracias a la utilización de una lente divergente en el ocular.
Con todo, Galileo no estaba muy satisfecho del rendimiento de sus telescopios, algunos bastante defectuosos, ya que no dominaba la teoría óptica. En 1610, el año del descubrimiento de los satélites de Júpiter, reconoce que, de entre los 60 telescopios construidos por él, sólo algunos son adecuados para la observación, lo que lejos de restar mérito a sus descubrimientos lo acrecienta.
Este año se cumplen 400 desde que Galileo construyera su primer telescopio. Corría el año 1609. El año siguiente descubriría los cuatro satélites mayores de Júpiter, que desde entonces son conocidos como satélites galileanos: Ío, Europa, Ganímedes y Calisto.
Para conmemorar la efemérides, la NASA puso ayer en circulación la imagen de la galaxia espiral Messier 101 que se muestra en este post, obtenida combinando las imágenes captadas por sus tres observatorios espaciales: la óptica del Hubble, la infrarroja del Spitzer y la visión en rayos X del Chandra.
6 comentarios:
¡Qué bonito es lo que hay en el cielo! y que poco miramos hacia arriba. Si miráramos con más frecuencia, seguramente relativizariamos algunas de las tonterías que nos preocupan aquí abajo. Y dicen que nosotros procedemos de las estrellas, ¿será verdad?
Efectivamente, de eso se trata, de relativizar, que no somos el ombligo del Universo. Gallileo lo tenía claro.
Sí, parece que venimos de algunas moléculas orgánicas procedentes de ciertos cometas.
Qué gusanillo me está entrando para retomar viejas y casi olvidadas aficiones...
Tú mismo, otros no las hemos olvidado.
La astronomía es apasionante y debemos tanto a esos pioneros que como dices abrieron esa ventana hacia el infinito.
Somos una ínfima particula en un oceano infinito.
Me ha encantado este artículo.
Gracias Juan, por asomarte a mi blog. Nos leemos.
Un cordial saludo
Me gustaría enlazar tu blog al mio. Si tienes algún inconveniente, por favor me lo haces saber.
Ningún inconveniente en absoluto, muchas gracias.
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