Léase, si se quiere, al estilo holandés del Sr. Van Gaal.
Carmen Iglesias, miembro de número de la Academia de la Historia y ocupante del sillón E de la Real Academia Española desde la muerte de Gonzalo Torrente Ballester, y una de nuestras más reconocidas historiadoras, ha presentado estos días su nuevo libro "No siempre lo peor es cierto. Estudios sobre Historia de España". En este libro, publicado por Galaxia Gutenberg-Círculo de Lectores, recoge monografías, ensayos y conferencias sobre diversas épocas, desde el s. XVI hasta el XXI, y con él trata de derribar mitos obsoletos y cambiar la visión negativa que los españoles tenemos de nosotros mismos y del pasado. Su pretensión es romper "ese mito de la excepcionalidad". Iglesias lamenta que hoy en España se tiende a convertir "al adversario en enemigo para demonizarle. Lo que me irrita más es ese maniqueísmo de buenos y malos basado en la ignorancia. La leyenda negra aquí se interioriza de una manera maniquea y adanista. Hay políticos que dicen: '¡Quinientos años de aislamiento en España!'. Contra eso luchamos. Algo chirría.".
La historiadora cree que la tendencia de los políticos actuales a considerar al adversario "como un enemigo" y no como alguien que puede tener razón, significa que se ha vuelto "a los puntos más negativos de nuestra historia" y a que la concordia política sea "casi imposible".
Por otra parte, Gonzalo Anes, director de la Real Academia de la Historia, afirmó que "España no es una excepción en nada; su historia es muy parecida a la de otros países, aunque tenga sus peculiaridades". José Varela, presidente de la Fundación Ortega y Gasset, que glosó el libro de Carmen Iglesias junto a Gonzalo Anes, arremetió contra quienes expresan que en la Transición democrática se produjo "una bajada de pantalones": "No es así: el origen y destino de la democracia es la amistad cívica, la base del acuerdo. Transacción no es igual a traición."
5 comentarios:
"Considerar al adversario como un enemigo". No es por malmeter, pero da lástima ver que en los últimos tiempos la única retórica parlamentaria es la del "y tú más", venga o no venga a cuento, responda a o no a la temática del debate.
Sí, así es desgraciadamente, y mientras tanto la casa por barrer.
Jo, que bonito, dar la razón a todos y quedar bien con todo el mundo que felicidad, la historia de España con benevolencia, los traidores no eran traidores sino contrarios, los fusilados no están muertos sólo duermen la siesta, que lujo.
Somos así de majos.
Sí, incluso más.
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