Arquitectos, poetas, músicos, escritores... buscaron siempre la inmortalidad a través de sus obras.
Steve Jobs y algunos más nos concedieron esa modesta inmortalidad que consiste en que cuando muramos nuestro rastro quedará en la Red en forma de fotografías, textos o comentarios, al menos por un tiempo. O tal vez para siempre. Inquietante.
Steve Jobs en la Universidad de Stanford
2 comentarios:
Menudo crack....galáctico.
Dulce viaje. Te recordaremos siempre.
Publicar un comentario