Chuck Berry - The Legend

jueves, 14 de enero de 2010

A PERRO FLACO

Haití
Desgracia sobre desgracia.
Haití, tierra de zombies y de vudú, casi inexistente como país hasta antes de ayer, existe hoy un poco menos.
Con una población de poco más de 8 millones de habitantes, es el país más pobre y olvidado del hemisferio norte, y uno de los más míseros del planeta. Un país donde el 80% sobrevive por debajo del nivel de pobreza y las madres alimentan a sus hijos con pasteles de barro.
Niños haitianos después del terremotoUn terremoto de 7 grados en la escala Richter, que para cualquier país desarrollado y con la tecnología adecuada (léase Japón) no habría sido más que un susto, ha sumido al desdichado país caribeño en la más absoluta postración. Se han derrumbado prácticamente todos los edificios (chabolas, más bien) de la capital, Puerto Príncipe, incluídos los oficiales, y puede haber más de 100.000 muertos.
Que nadie me hable, por favor, de dioses buenos y misericordiosos que cuidan de sus criaturas...

El Mundo
El País
RTVE

Actualización (15-01-2010):Gráfico
Cómo ayudar a los damnificados por el terremoto
(¿nos fiaremos de las ONG's?)

Actualización (16-01-2010):
Estampida en Puerto Príncipe

Actualización (18-01-2010):
Plegaria en 'creole' para no morir de hambre
Ya empezamos a pegarnos

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Dolor, vergüenza, llanto. Negro y silencio. Vacío. Desolación. La naturaleza, el abuso de poder y el olvido.

Sí, que no nos hablen de dioses.

jose dijo...

Creo que en este caso habrá que fiarse de las ONG's, porque es más importante que llegue ayuda aunque alguna de ella 'se despiste' por el camino.

jose dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Logan y Lory dijo...

Quizá lo que vamos a decir resulte un poco duro pero es posible que este terremoto tenga algo bueno y sea capaz de remover un poco la conciencia de los mandatarios que sistemáticamente ignoran a este pais y a otros en su situación y en lugar de fabricar armas de destrucción ayuden a reconstruir este pequeño estado.
No podemos abandanor a su suerte a miles de almas.

Un abrazo.