... que diría Pitágoras, para quien las matemáticas eran pura música y viceversa. Y no digamos el Universo. Escribía Aristóteles, en referencia a las ideas pitagóricas: “Algunos pensadores suponen que el movimiento de los cuerpos celestes debe producir un sonido, dado que en la Tierra el movimiento de cuerpos de mucho menor tamaño produce dicho efecto. Afirman, también, que cuando el sol, la luna y las estrellas, tan grandes y en tal cantidad, se mueven tan rápidamente ¿cómo podrían no producir un sonido inmensamente grande? A partir de este argumento y de la observación de que sus velocidades, medidas por sus distancias, guardan igual proporción que las consonancias musicales, aseveran que el sonido proveniente del movimiento circular de las estrellas corresponde a una armonía.”
Efectivamente, los cuerpos celestes producen sonidos. La grabación que van a escuchar procede de los sonidos emitidos por el planeta Saturno y sus anillos, captados por la sonda Cassini-Huygens en 2003.
-¿Sonidos? Pero, ¿no habíamos quedado en que los sonidos no se pueden escuchar en el espacio porque no disponen de un medio material que los trasmita?
-Sí, pero es que son ondas de radio, ondas electromagnéticas (la luz visible también lo es) que, caprichosas ellas, se comportan a la vez como ondas y como partículas. Como ondas no podrían llegar hasta nosotros -a fin de cuentas una onda no es más que una perturbación del medio en que se propaga- pero sí como partículas. Einstein y De Broglie lo explicaron perfectamente.
Saturno, al igual que el resto de los planetas del Sistema Solar, emite potentes ondas de radio, relacionadas en su mayoría con las auroras que se producen en los polos del planeta. La sonda Cassini, que llegó a Saturno en 2004 tras recorrer más de 1.200 millones de km, empezó a detectar -gracias a su instrumento RPWS, Radio and Plasma Wave Science-, sus emisiones de radio en abril de 2002, cuando aún se encontraba a unos 400 millones de km del planeta.
En noviembre de 2003, a punto de llegar a su destino, Cassini consiguió grabar por primera vez esas emisiones en alta resolución. Dichas emisiones muestran una extraordinaria variedad de frecuencias y variaciones, y se parecen mucho a las que emiten las auroras boreales de nuestro propio planeta.
Las frecuencias captadas por la sonda se encuentran muy por debajo de la capacidad auditiva del ser humano, por lo que, para poder ser escuchadas, los científicos tuvieron que comprimir los 27 minutos originales de grabación en apenas 73 segundos. Es decir, 22 veces más rápido.
No es la primera vez que se captan sonidos de este tipo. Las sondas Voyager y Galileo, por ejemplo, también han conseguido capturar sonidos espaciales similares.
Estas grabaciones han inspirado a músicos contemporáneos como Terry Riley, autor de una suite de música espacial para Kronos Quartet llamada Sun Rings, en la que los sonidos interplanetarios se combinan con música convencional y con imágenes y vídeos del Sistema Solar.
Otro ejemplo es la pieza de diez minutos de duración llamada Anillos, compuesta en 2008 por el profesor de música de la Universidad de Cornell Roberto Sierra para la División de Ciencias Planetarias de la Sociedad Astronómica Americana.
Disfruten de esta extraordinaria y sorprendente música. El vídeo, en el que tanto el sonido comprimido como las imágenes son absolutamente reales, ha sido publicado por Jennifer Oulette en Discovery News.
7 comentarios:
La información muy interesante.
La música también en el sentido estricto de la palabra, aunque un tanto 'durilla' para mi gusto.
Joder con la Cassini, 1200 millones de Km.
¿Y cuantos le faltan para la proxima gasolinera?
Pues no sé, porque sus instrumentos siguen funcionando bien dsepués de que en 2005 cumplise su misión de dejar a la sonda Huygens en Titán, una de las lunas de Saturno.
Y todavía hay quien desconfía de los clásicos...
Si ya lo decía yo:TODO es música y la música es TODO.
Ostia que profundo me ha quedao!!
Sí señor, todo es música.
Juan, gracias por la música de los anillos de Saturno.
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