Chuck Berry - The Legend

domingo, 17 de enero de 2010

CONTRATO EXISTENCIAL

No oigo, no veo y no digo nada
CLÁUSULA 1ª:
Yo acepto la búsqueda del confort como el fin supremo de la humanidad, y la acumulación de riquezas como el mayor logro en nuestra vida.
Cuanto más infeliz sea, más consumiré, y así contribuiré al buen funcionamiento del sistema.
CLÁUSULA 2ª:
Yo acepto que la investigación relacionada con mi salud esté en manos de empresas cuya única motivación es generar beneficios.
No me preocupa que las farmacéuticas financien los congresos de medicina y que controlen así la información que les llega a mis médicos.
Confío en la industria farmacéutica, y en gente como Donald Rumsfeld, accionista y ex presidente de la farmacéutica que desarrolló el Tamiflú. No creo que sean capaces de crear virus como el de la gripe A para forrarse.

CLÁUSULA 3ª:
Yo acepto dejar mi salario a los bancos para que ellos lo inviertan en aquellas actividades que más dinero generen, independientemente de su moralidad o de su impacto ambiental.
Asumo que las inversiones más lucrativas son las que explotan a los ciudadanos de los países en desarrollo y respaldo por completo estas actuaciones.

CLÁUSULA 4ª:
Yo acepto que las autoridades guarden todos los datos que tengan sobre mí. Confío en ellos y no me importa llevar DNI con microchip, ni dar mi huella ocular al entrar en otro país, ni enseñar el contenido de mi ordenador en los aeropuertos.
CLAÚSULA 5ª:
Yo acepto los paraísos fiscales para que ricos y delincuentes no paguen los impuestos que yo sí pago.
CLÁUSULA 6ª:
Yo acepto que los bancos internacionales presten mi dinero a países que quieren armarse para ir a la guerra, y que puedan elegir dónde se libran las guerras.
Soy consciente de que lo mejor es financiar a ambos bandos para que el conflicto dure el mayor tiempo posible, no sólo para ganar más dinero sino para que luego puedan hacerse con sus recursos cuando no puedan devolver los créditos.
CLÁUSULA 7ª:
Yo acepto que la publicidad me cuente mentiras y que me haga desear cosas que, cuando las consigo, me aportan muy poco.
CLÁUSULA 8ª:
Yo acepto que se guarden todos mis e-mails durante 5 años aunque yo los borre. Y que empresas como Yahoo den acceso a las cuentas a las autoridades chinas, permitiendo así detener a disidentes.
CLAÚSULA 9ª:
Yo acepto que el poder esté en manos de las personas más ambiciosas y con menos escrúpulos.
CLÁUSULA 10ª:
Yo acepto que los partidos políticos aglutinen a lo peorcito del país y que cada 4 años me cuenten lo que saben que quiero oír para llegar al poder.
CLÁUSULA 11ª:
Yo acepto que los medios de comunicación estén concentrados en las manos de grandes poderes económicos, puesto que sé que harán un buen uso de ellos. Acepto creerme sólo lo que los medios dicen y pensar que lo que se dice fuera de ellos son bulos para gente inculta y crédula. Yo acepto esta matriz en la que me han colocado para que no pueda ver la realidad de las cosas. Sé que lo hacen por mi bien.
CLÁUSULA 12ª:
Yo acepto que las noticias recopilen lo peor que ha pasado en el planeta ese día, para que me sienta impotente y piense que no hay nada que hacer.
Sé que alimentar el miedo, la rabia y la desesperación es lo mejor que pueden hacer por nosotros, porque creer que se puede cambiar algo es peligroso.

CLÁUSULA 13ª:
Yo acepto las versiones de los acontecimientos que me dan los medios y apoyo todas las divisiones entre seres humanos que me quieran contar los gobiernos.
De esta forma podré focalizar mi cólera hacia los enemigos diseñados por ellos y no me opondré a acciones bélicas que respondan a intereses político-ecónómicos.

CLÁUSULA 14ª:
Yo acepto que se condene a muerte al prójimo, y se nos aliente a acabar con él, siempre que su gobierno haya sido declarado por el nuestro como su enemigo.
CLÁUSULA 15ª:
Yo acepto que se desechen toneladas de comida para que no bajen los precios internacionales. Me parece mejor que ofrecérselos a los cientos de miles de personas que mueren de hambre cada año.
CLÁUSULA 16ª:
Me parece bien que haya países como Haití donde, a falta de otra cosa, comen galletas hechas con tierra. Como todos somos egoístas, estoy convencido de que en el fondo todos estamos de acuerdo con esta situación.
CLÁUSULA 17ª:
Yo acepto que la felicidad es confort, el amor es sexo y la libertad es tener dinero para poder satisfacer todos mis deseos.
CLÁUSULA 18ª:
Yo acepto que se hagan guerras por motivaciones económicas como el petróleo, reactivar la economía o dar salida a los stocks de armas obsoletas.
Hay que hacer lo que sea para mantener el sistema en marcha, porque es sin duda el mejor de los posibles.
CLÁUSULA 19ª:
Yo acepto comer carne bovina tratada con hormonas sin que exista obligación legal de indicarlo en ninguna etiqueta.
Yo acepto servir de cobaya y comer carne de animales engordados con piensos transgénicos, para comprobar si aparece alguna anomalía en nuestra especie a largo plazo.

CLÁUSULA 20ª:
Yo acepto que los vegetales que ingiero hayan recibido pesticidas y herbicidas tóxicos para mi salud, siempre que no los usen demasiado. Yo acepto que se utilicen todo tipo de aditivos químicos en mi alimentación, puesto que estoy convencido de que, si los añaden, es porque saben que no tienen ninguna consecuencia a largo plazo.
CLÁUSULA 21ª:
Yo acepto que los transgénicos se expandan por todo el planeta y que las multinacionales agroalimentarias que patentan seres vivos acumulen ingentes dividendos por ellos y controlen la agricultura mundial.
Estoy convencido de que es moral especular con el precio de los alimentos, como se ha hecho con la vivienda, porque el sistema de mercado garantiza que los recursos se distribuyen de forma eficiente.

CLÁUSULA 22ª:
Yo acepto pagar el precio más bajo posible por la carne de los animales que compro, por lo que me parece bien que los traten mal, con tal de abaratar su carne. Al fin y al cabo somos una especie superior.
En consecuencia, si viniese otra especie superior de otro planeta, me parecería lógico que hiciesen lo mismo con nosotros.

CLÁUSULA 23ª:
Yo acepto la política de «revolting doors» (puertas giratorias). Sé que los directivos de organismos internacionales como la OMS, la OIT, el FMI y el Banco Mundial son ex-empleados de grandes corporaciones, que saben que «portándose bien» volverán a esas corporaciones al año siguiente ganando cantidades astronómicas.
CLÁUSULA 24ª:
Yo acepto la hegemonía del petróleo en la economía, a pesar de ser una energía costosa y contaminante, y estoy de acuerdo en impedir cualquier tentativa de sustitución, puesto que la implantación de los métodos de energía libre ya descubiertos y silenciados serían una catástrofe para el sistema.
CLÁUSULA 25ª:
Yo acepto que el valor de una persona dependa de su capacidad para generar dinero y de si aparece o no en la tele.
Tomaré como mis referentes personales las personas que aparecen en la televisión, e intentaré ser como ellos.

CLÁUSULA 26ª:
Yo acepto que se paguen fortunas a jugadores de fútbol y a actores para convertirlos en nuestros modelos a imitar.
Me parece totalmente lógico que se pague muy poco a los profesores que se encargan de formar a las generaciones futuras.

CLÁUSULA 27ª:
Yo acepto que las multinacionales no apliquen las conquistas sociales de occidente en los países desfavorecidos. Apoyo que haya niños trabajando, con tal de que los productos que compro tengan el precio más bajo posible.
CLÁUSULA 28ª:
Yo acepto que los mayores sean considerados un estorbo y no sean nunca nuestro modelo, puesto que como civilización más avanzada del planeta (y del universo, ya que es imposible que existan más)sabemos que la experiencia no tiene ningún valor.
CLÁUSULA 29ª:
Yo acepto la competencia como base de nuestro sistema, aun cuando soy consciente de que este funcionamiento engendra frustración y cólera para la mayoría.
Sustituir la competencia por la colaboración sería un error.
CLÁUSULA 30ª:
Yo acepto usar aquello más valioso que tengo, mi tiempo, en hacer un trabajo que no me gusta, para poder comprar muchas cosas con las que evadirme de esta vida tan vacía que llevo.
CLÁUSULA 31ª:
Yo acepto la destrucción de los bosques y la desaparición de especies naturales. Me parece lógico contaminar y dispersar al aire venenos químicos, así como enterrar residuos radioactivos que no estarían a salvo de un gran terremoto.
CLÁUSULA 32ª:
Aunque nuestra historia está plagada de conspiraciones políticas y políticos ambiciosos, yo acepto que ahora todo ha cambiado y que nuestros dirigentes sólo buscan nuestro bien. Las organizaciones secretas de políticos y grandes magnates como el club Bilderberg, la Trilateral o el Comité de los 300 no existen y nadie está intentando establecer un gobierno mundial a través de los organismos internacionales.CLÁUSULA 33ª:
Yo acepto que el sistema actual es el mejor de los posibles. Se ha pasado la época de los grandes ideales.
En el mundo deben mandar las personas sensatas y realistas que cuidan por mantener el sistema.
Tengo miedo de que las cosas cambien porque los soñadores sólo traen problemas e inestabilidad.

CLÁUSULA 34ª:
Yo acepto esta situación y admito que ni yo ni nadie puede hacer nada para cambiarla.CLÁUSULA 35ª:
Yo acepto no hacer preguntas, cerrar los ojos a ésto y no oponerme a nada, puesto que estoy suficientemente ocupado con mis propios problemas.
Yo acepto incluso defender este contrato con mi vida, puesto que tengo miedo al cambio.
CLÁUSULA 36ª:
Yo acepto ser una pieza de un sistema, adaptarme a él y enseñar a mis hijos a adaptarse a él.
Mi prioridad es mantenerme en el sistema y nunca me cuestionaré si me permite o no ser feliz.

No siempre los "pps" que solemos enviar a través del correo electrónico merecen la papelera inmediata. Algunos hasta nos obligan a pensar en cosas que conocemos de sobra, pero que tratamos inútilmente de olvidar para que nuestras digestiones transcurran sin sobresaltos.
Agradezco a Pepe Espurz el envío del "pps" que acaban de leer.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo también lo he recibido esta semana y había pensado hacer algo similar a lo que has hecho tú, Juan. Gracias por adelantarte y ahorrarme el trabajo.

No quiero hablar en plural. Quiero tener esperanza. Lo haré pues en primera persona.

Un día y otro y otro más descubro que me estoy esforzando como una cosaca, sufriendo, postergando el placer, la amistad, el descanso... para hacer justo lo que "siempre" había pensado que no quería hacer, eso que no me ilusionaba, no me era "simpático", lo que no me despertaba alegría interior, lo que yo no quería. Y ahora lo hago porque me da seguridad, la seguridad que da la aceptación y el cobijo del rebaño, el ser parecida, el que mi hijo sea parecido también, el mantenerme junto a mi familia.

Releo las cláusulas. Pienso que alguna no la acepto, pero no estoy nada segura de que no sean un paquete compacto.

Nando nos ha enviado otra presentación sobre la rana que está siendo cocida en un puchero y no se da cuenta porque el cambio es paulatino y, para cuando se percata, está ya tan cocida que no puede saltar y escaparse.

jose dijo...

Terrible!

Me ha costado leerlo entero porque nos cuenta cosas que no queremos oír.

Y en efecto tiene mucha relación con el PPS de "la rana cociéndose".
Porque a esta triste situación hemos llegado poco a poco y ahora no sabemos como salir de ella.

finchu dijo...

Sin duda debemos de estar equivocados, porque a los del Ferrari Testarossa les va de lujo y a nosotros de pena.

Mandevile dijo...

Tanta sinceridad asusta bastante. No sé si no será mejor engañarse un poco, de lo contrario va a ser difícil seguir dormido.