Chuck Berry - The Legend

miércoles, 2 de agosto de 2017

COMULGAR CON RUEDAS DE MOLINO

Alberto Garzón, Coordinador de IU (Izquierda Unida), en un twit de esos, refiriéndose al simulacro de elecciones para la Asamblea Constituyente de Venezuela, el penúltimo acto de Nicolás Maduro para cargarse la democracia en su país, y de paso a sus paisanos:

A pesar de la violencia de la oposición, ocho millones de personas han votado paz y futuro para Venezuela.

Señor Garzón, ¿en que mundo vive usted? Pero si hace décadas que estamos en la "aldea global", y lo que ocurre hoy aquí se sabe -no digo mañana, sino al segundo, y se puede contrastar en tiempo real- en la parte más alejada del mundo. 
Ahora es más difícil seguir comiendo el coco a la gente, ¿verdad? ¡Ay, que contrariedad! Claro que también es verdad que tenemos a nuestra disposición para lo que usted quiera un nuevo invento de esta estúpida sociedad que sirve lo mismo para un roto que para un descosido: la "posverdad", loados sean los dioses. Le explico, apoyándome en la Wiki:

Posverdad o mentira emotiva es un neologismo que describe la situación en la cual, a la hora de crear y modelar opinión pública, los hechos objetivos tienen menos influencia que las apelaciones a las emociones y a las creencias personales. En cultura política, se denomina política de la posverdad (o política posfactual) a aquella en el que el debate se enmarca en apelaciones a emociones desconectándose de los detalles de la política pública y por la reiterada afirmación de puntos de discusión en los cuales las réplicas fácticas -los hechos- son ignoradas.

¿Violencia de la oposición, señor Garzón?: alrededor de 120 muertos de abril a julio de 2017 por las protestas contra la política de Maduro; al menos 14 muertos durante las "elecciones" para la Constituyente. Realmente, no creo que la oposición se haya dedicado a matarse a sí misma.

"Ocho millones han votado paz" ¿Qué paz? ¿La de los muertos? ¿La de las cárceles?

Señor Garzón, como siga usted con esa visión paranoica y falsa de la realidad, les auguro a usted y a sus socios de Podemos (perdón, a sus patronos) una larga y penosa travesía del desierto... hacia ninguna parte. La gente ya no traga.

A Nicolás Maduro no le auguro nada, porque no hace falta ser augur para saber cómo acabará. Esa canción la hemos cantado muchas veces a lo largo de la historia.


Actualización (03/08/2017):

Nueva actualización (09/08/2017):

2 comentarios:

carlos perrotti dijo...

El exasperante populismo defendiendo lo indefendible también allá... Afortunadamente sólo entre ellos se engañan. Tantos sueños que dicen haber tenido para terminar dando pena.

Juan Nadie dijo...

Desde luego. Una verdadera lástima.