¡Qué cursi suena esta frase! Pero es que es verdad, oiga.
Jamás pensé que algún día felicitaría a un gobierno, pero hoy tengo que quitarme el sombrero que no llevo ante el gobierno de Chile para darle la más sincera enhorabuena por la rapidez y eficacia, dadas las circunstancias, de los trabajos para devolver a la vida a los 33 mineros del cobre atrapados en la mina San José.
Tendré que felicitar también a la NASA; si es que esto es un sindiós.
A la hora en que se publica este post, han conseguido recuperar ya a la mayoría.
Esperemos que a partir de ahora no los mareen mucho: ya saben, entrevistas, canales de televisión, libros con sus experiencias, películas... Mucha gente tratará de sacar tajada de todo esto, que no les pase nada.
___________________________Jamás pensé que algún día felicitaría a un gobierno, pero hoy tengo que quitarme el sombrero que no llevo ante el gobierno de Chile para darle la más sincera enhorabuena por la rapidez y eficacia, dadas las circunstancias, de los trabajos para devolver a la vida a los 33 mineros del cobre atrapados en la mina San José.
Tendré que felicitar también a la NASA; si es que esto es un sindiós.
A la hora en que se publica este post, han conseguido recuperar ya a la mayoría.
Esperemos que a partir de ahora no los mareen mucho: ya saben, entrevistas, canales de televisión, libros con sus experiencias, películas... Mucha gente tratará de sacar tajada de todo esto, que no les pase nada.
Actualización (14-10-2010):El Mundo
El País
Público
3 comentarios:
Es una alegría, la verdad.
(Ten cuidado con lo de la cursilería que en algunos blogs está muy mal vista y es muy contagiosa. ;b
Ja, ja, ja... A mí me ha sonado bien el título y sabía de lo que ibas a escribir.)
Dulces sueños.
Hasta los propios medios de comunicación reconocen que se han pasado un poco, yo me pregunto: ¿cuantos trabajadores chilenos han muerto en accidente laboral en el más absoluto anonimato en los dos meses largos que ha durado el culebrón? ¿cien, doscientos?
Seguramente unos pocos, Finchu, como en todas partes, pero yo creo que en este caso no debemos escatimar elogios, porque se han hecho las cosas de una forma realmente inmejorable por parte del gobierno, que no sé de qué color es, ni me importa.
Ya sabemos, se ha dicho por activa y por pasiva, que el suceso ocurrió en gran parte por la falta de elementos de seguridad, y eso es achacable a la empresa que lleva las minas, y en último término al gobierno y al parlamento del país, que son quienes dictan las leyes.
El presidente ha dicho que ese tipo de minas deben acabar. ¿Habremos de creerle? Veremos.
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