El famoso Telescopio Espacial Hubble ha alcanzado hace unos días su órbita número 100.000 alrededor de la Tierra desde que fuese lanzado hace 18 años, concretamente el 25 de Abril de 1990. Eso significa que cada año completa aproximadamente 5.555 vueltas a nuestro planeta, unas 15 cada día. ¡Qué mareo!
Teniendo en cuenta que se encuentra a unos 600 km de altura, el satélite tiene que recorrer en cada órbita un perímetro de 43.800 km, más/menos; por lo tanto, viaja a una velocidad aproximada de 27.370 km/h ó 7.603 m/s si lo prefieren. Una velocidad importante, como corresponde a todo satélite que se respete, sea geoestacionario o no. Este no lo es, ni falta que le hace, que no está para transmitir noticias ni controlar el tráfico de vehículos terrestres, ni siquiera para poner en contacto a los teléfonos móviles, sino para capturar imágenes y datos del Universo que ayuden a su mejor comprensión.
La NASA ha celebrado el evento difundiendo una imagen de una región galáctica situada a 170.000 años-luz, la Nebulosa Tarántula (en la imagen).
Tarántula está situada cerca del conjunto de estrellas identificado como NGC 2074.
"La región es una tormenta de creación de estrellas, tal vez impulsadas por la explosión de una supernova en las cercanías", según ha dicho el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL). Esta región se encuentra en la Gran Nube de Magallanes, que el JPL califica como "un satélite de nuestra Vía Láctea" y "un fascinante laboratorio para la observación de regiones de formación de estrellas y su evolución".
Según el comunicado, la zona se halla en los extremos de una oscura nube molecular que es una incubadora para el nacimiento de nuevas estrellas.
El telescopio Hubble no es el más potente del mundo, pero estando a casi 600 kilómetros de altura, sin los efectos distorsionadores de la atmósfera, puede captar la luz de objetos muy lejanos y tenues.
"Hemos visto un objeto que emitió sus luces hace unos 13.000 millones de años y como la edad del Universo es de unos 13.700 millones de años, eso sería su infancia, su sala de cunas", manifiestó Dave Leckrone, uno de los científicos encargados de las operaciones del observatorio en la NASA.
Ahora mismo tiene ciertos problemas que están intentando subsanar. Esta tarea, que correrá a cargo del transbordador Atlantis en la misión STS-125, dejará al primer observatorio astronómico en el espacio listo para otros cinco años o más de investigaciones, anunció la Agencia Espacial.
El telescopio debe su nombre al astrónomo estadounidense Edwin P. Hubble, uno de los defensores de la Teoría de la Expansión del Universo, fallecido en 1953.
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