Guerra de banderas en el Ayuntamiento de Barcelona en el Día de la Mercè
Nostalgia
Rifirrafe de banderas en el balcón del Ayuntamiento de Barcelona, en plenas fiestas de la Mercé. Sentí ese especial tipo de tristeza que se llama nostalgia. El año 2001, Joan Clos, alcalde de esa luminosa ciudad, me pidió que pronunciara el pregón de la Mercé. Soy castellano, di mi discurso en castellano, y me sentí cordialmente acogido en el solemne Salón de Cent, y al salir al balcón acompañado del consistorio. Me temo que hoy no hubiera sido posible ese acto que para mi fue conmovedor. Estoy seguro de que las revueltas aguas volverán a su cauce. Analizo esta posibilidad desde la educación, motor de mi esperanza. ¿Debe la escuela utilizarse para fomentar la identidad nacional? Creo que debe utilizarse sólo para fomentar la responsabilidad nacional, dentro de unos círculos concéntricos de responsabilidades: mi familia, mi ciudad, mi nación, la humanidad. Como pedía el gran Kant, necesitamos sentirnos participantes de una historia universal con base cosmopolita. Las emociones de la pertenencia a un grupo son violentas en los seres humanos. Con frecuencia belicosas. Por eso hemos intentado suavizarlas mediante pertenencias compartidas, compensatorias, no excluyentes. Nadie puede definirse con un adjetivo: español, catalán, francés, católico, protestante, musulmán. Todos somos mestizos.
Texto inteligente que me disparó aquello de Borges de: "... pertenecemos a la civilización occidental, entonces todos nosotros, a pesar de las muchas aventuras de la sangre, somos griegos y judíos..."
Humanos somos, una mezcla de todos con todos, no contra todos.
Ese tipo de adjetivos que comenta Marina es siempre empobrecedor. Humanos somos, efectivamente, ¿qué más necesitamos llamarnos? Nunca acabaré de entender a la gente reduccionista, no se hacen ningún favor.
Música de J.S.Bach: Aire, Suite para orquesta nº 3 en Re Menor
Presentación en vídeo de Juan Nadie
"Más allá está un mundo inmenso, que existe al margen de nosotros, los seres humanos, y que se nos muestra como un grandioso y eterno enigma... La contemplación de este mundo nos llama como una liberación".
ALBERT EINSTEIN (1948)
Juan Nadie
Fotografía de Gatopardo
Datos personales (Autorretrato)
Este que ven aquí, es un tipo... ni alto ni bajo, ni viejo ni joven, ni muy listo ni tonto de baba... Ama la literatura, la música y el cine; sobra decir que la buena literatura, la buena música y el buen cine. - ¿Y qué diablos significa eso? - Bueno, ya se irá viendo, digo yo. También la Astronomía y la Historia. Piensa que le faltan tres o cuatro lecturas para considerarse, con toda chulería, un experto en la Historia de Roma. Está persuadido de que sin la Física y sobre todo sin las Mátematicas -extraordinarias materias de las que sobrevive- no conoceríamos todos esos artilugios entre diabólicos y digitales que hoy disfrutamos y/o padecemos. Le interesa la política -qué remedio- pero abomina de cierta caterva de políticos a los que sólo mueve el voto y el privilegio; quiere creer, ingenuamente quizá, que no son todos, y ni siquiera la mayoría. Admira a quienes trabajan de manera desinteresada para paliar el sufrimiento de otros, pero ciertas ONG's consiguen ponerle la mosca detrás de la oreja y de los nervios. Tiene otros muchos intereses, que tal vez vayan apareciendo en este blog... o no. Casi más que respirar necesita la soledad, pero suele andar rodeado de gente, lo que tampoco está nada mal. Le gusta beber vino tinto de Rioja, aunque no le hace ascos a un buen Moriles. Una pura contradicción, oiga. De los defectos no vale la pena hablar, ya se encargan otros de ese trabajo...
2 comentarios:
Texto inteligente que me disparó aquello de Borges de: "... pertenecemos a la civilización occidental, entonces todos nosotros, a pesar de las muchas aventuras de la sangre, somos griegos y judíos..."
Humanos somos, una mezcla de todos con todos, no contra todos.
Ese tipo de adjetivos que comenta Marina es siempre empobrecedor.
Humanos somos, efectivamente, ¿qué más necesitamos llamarnos? Nunca acabaré de entender a la gente reduccionista, no se hacen ningún favor.
Viva el mestizaje. Cultural y de cualquier tipo.
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