Lo que ha estado ocurriendo en la base norteamericana de Guantánamo (Cuba) es tan atroz, y las explicaciones del gobierno de EE.UU. y de su oposición tan lamentables, que prefiero volver a escuchar esta bonita canción:
Chuck Berry - The Legend
miércoles, 10 de diciembre de 2014
GUANTANAMERA
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13 comentarios:
Me sumo... Y a no olvidar que sea republicano o demócrata quien esté a cargo del gobierno no están dispuestos a de dejar de ser un imperio, "maestros de la guerra", "siempre con dios de su lado..."
Y sin ponerme nostalgioso recuerdo aquello de Ginsberg: América, ¿cuándo pondremos fin a la guerra de la humanidad? / Andá a la mierda con tu bomba atómica..."
Es que como desde siempre me han provocado tanto asco los bush, los aznar y todos los de su estilo, sean de donde sean (lo mismo los terroristas islámicos), pues que, se podía esperar cualquier cosa.
Sobre eso que comentas, Carlos, sobre el espíritu imperialista yankee, estoy básicamente de acuerdo, pero también hay que reconocerles la autocrítica finalemnte en muchas ocasiones y la valentía en este caso.
En estos momentos, a mí me dan más miedo los terroristas islámicos, lo que puedan estar preparando, que los americanos.
Desde luego, ahora mismo dan más miedo (terror) los iluminados del Estado Islámico que los yankees y sus acólitos, "siempre con dios a su lado", como dice certeramente Carlos.
¿Autocrítica? No lo sé. ¿Cómo se puede decir, o dejar entender, que lo peor de las torturas es que no dieron resultado? ¿Es que hay torturas útiles? Si las hay, yo no lo sé, ni quiero saberlo.
¿"Cuando pondremos fin a la guerra de la Humanidad", Carlos? Tampoco lo sé, y deberíamos saberlo, porque llevamos milenios con la misma mierda.
Desde luego, estoy de acuerdo, esa explicación está fuera de lugar. Tampoco podemos uniformar a todos los "americanos" como que son todos iguales. Con autocrítica me refiero a sacar esas miserias a la luz y echárselas a la propia cara. Aunque me temo que esto traerá consecuencias, pero no precisamente para los responsables directos (que se irán, como siempre, de rositas) de esas barbaridades, sino sobre inocentes.
Quedémonos con los versos de Martí, que de algo hay que vivir.
Poesía XXVII
El enemigo brutal
Nos pone fuego a la casa:
El sable la calle arrasa,
A la luna tropical.
Pocos salieron ilesos
Del sable del español:
La calle, al salir el sol,
Era un reguero de sesos.
Pasa, entre balas, un coche:
Entran, llorando, a una muerta:
Llama una mano a la puerta
En lo negro de la noche.
No hay bala que no taladre
El portón: y la mujer
Que llama, me ha dado el ser:
Me viene a buscar mi madre.
A la boca de la muerte,
Los valientes habaneros
Se quitaron los sombreros
Ante la matrona fuerte.
Y después que nos besamos
Como dos locos, me dijo:
“¡Vamos pronto, vamos, hijo:
La niña está sola: vamos!”
Nos quedaremos con los versos de Martí.
Si me la tarareas...
La conoces perfectamente.
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